Opinión | Marcaje en corto

Reabren el río Chíllar y otra rutas naturales

Acabó septiembre y se acerca el tiempo de las castañas. De las chimeneas allá donde son necesarias. Quedan despojadas de sombrillas las playas. Adiós a las aglomeraciones costeras de fin de semana. Es tiempo de volver la vista, si es que alguna vez la perdemos, al interior de nuestra provincia.

En esto del deporte, no somos pocos los que hemos echado de menos las largas caminatas en plena naturaleza. Bien por las restricciones para el tránsito de unas a otras comarcas durante la pandemia, por la tantas veces apretada agenda o por las propias limitaciones que han impuesto las administraciones.

Ahora todo es más fácil. Para empezar, el Ayuntamiento de Nerja acaba de levantar al medida que tomó en junio del año pasado, acerca de la prohibición del uso recreativo del río Chíllar. La misma partió de las «aglomeraciones de visitantes que se estaban produciendo, incumpliendo las medidas frente al Covid».

El Consistorio más oriental de la provincia vuelve a permitir en estos días «el uso responsable del río», no sin antes pedir a la Junta de Andalucía que de una vez establezca las normas oportunas para «regular, ordenar y gestionar de manera integral» tan incomparable cauce natural.

Es precisamente la propia Junta, a través de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, la que retomará este próximo sábado 9 de octubre una de esas actividades que tan buenas experiencias me proporcionó durante años: el Encuentro 2 Provincias en las Alturas (La Maroma).

La mayor concentración de personas en las mayores cotas montañosas de la provincia tuvo que aplazarse durante las últimas campañas. Pero para aquellas personas con buenas condiciones físicas y, por supuesto, bien equipadas tanto de ropa de abrigo como de calzado adecuado, se trata de una oportunidad única para disfrutar en grupo del senderismo más exigente.

Esta vez ya tenía reservada la jornada de este sábado a compartir ruta urbana por Tolox, perla del recién declarado Parque Nacional Sierra de las Nieves. Allí me esperan otras actividades recreativas por diseñar, de las que ya hablaremos. Pero prometo retomar muy pronto uno de mis senderos favoritos de la provincia, con punto de salida en El Alcázar de Alcaucín y meta en esas cotas de más de 2.000 metros desde las que admirar casi toda la comarca de la Axarquía y buena parte del litoral malagueño más occidental.

Desde allá bien arriba, donde casi se toca el cielo, se divisa casi como a vuelo de pájaro, el mayor embalse de la provincia, el de La Viñuela. Este fin de semana hemos conocido por la empresa Aqua Viñuela, encargada de organizar paseos en kayak, que el bajo nivel de las aguas les obliga a cancelar todas las actividad náuticas. Y es que tampoco debemos perder de vista el grave problema de abastecimiento que, por la sequía, se avecina.

Llevamos años de precipitaciones muy escasas y retrasadas hasta finales de invierno. Y luego pasa lo que pasa. Ojalá que catástrofes como el incendio que ha asolado parte de Sierra Bermeja y del Valle del Genal nos hagan reflexionar sobre la necesidad de repoblar, no sólo de personas, el interior de Málaga.

Justo en este punto recuerdo con nostalgia la tradición del pastoreo. Atravesando Alfarnate me crucé hace semanas con una enorme piara de cabras y me volví a acordar de ese llamamiento de los sindicatos agrícolas y ganaderos, acerca de que el pastor es el mejor aliado histórico contra los fuegos forestales. Hubo una época en la que fueron desalojados de las sierras, por no recuerdo qué normativa. Y pasó lo que pasó.

Varios incendios de grandes magnitudes pusieron en evidencia aquel error y, afortunadamente, estos ganaderos itinerantes reciben hoy hasta subvenciones por librar los montes de malas (buenas) hierbas con las que alimentar a cabras tan nuestras como la payoya. Necesitamos más cabreros, sí. Y una mayor concienciación social, también.