Opinión | El copo

Y se hizo la luz

Antonio Miguel Carmona es un dirigente político del PSOE que toda su vida la ha repartido como profesor de economía y político activo en la Comunidad de Madrid, lugar donde los socialistas se estrellan una y otra vez contra el PP, salvo en aquellos lejanos tiempos en que Enrique Tierno Galván fuese alcalde de Madrid, aunque sin olvidar que en las primeras elecciones municipales el vencedor madrileño fue el ‘ucedista’ José Luis Álvarez, pero los pactos de izquierda concedieron el bastón de mandos al ‘viejo’ profesor del PSP, corría el año 1979. Carmona es conocido por sus intervenciones en variadas tertulias de radio y televisión, en las de la fibra óptica gozaba de la beatificación de Ferreras, Iñaki, etc., con una calderilla que debía de ser sustanciosa; son las cosas de vivir en Madrid o Barcelona. Fiel defensor del PSOE con cierta mesura y educación, no exento de una absoluta pesadez por lo repetitivo de sus ideas, pensamientos y ‘dardos’, Antonio Miguel, buena persona, en una síntesis sin profundidad para no ‘machacar’ al posible lector de este humilde ‘copo’, ha sido tocado por la varita mágica de las ‘puertas giratorias’ e Iberdrola, en un acto de suma inteligencia, lo ha fichado como vicepresidente de la empresa en España. El sueldo, sin pitos y/o flautas, alcanza los 440.000 euros anuales, o sea, una ‘inmundicia’ mensual imposible de pensar sin temblar un poquito. Y yo, dicho sea de paso, que soy un pedazo de pan tenía a Antonio Miguel como un ejemplo de político a seguir, me he quedado perplejo, por él y por todo el orbe político y mediático que lo rodea. Todos callan, el silencio ha penetrado las tertulias tanto en la izquierda como en la derecha. Y la vida sigue, mientras la luz se dispara.