Ser entrenador de baloncesto

La semana pasada escribí sobre ser entrenador de baloncesto. ¡Joder, la que lié! Y tengo yo la culpa por hablar sobre un tema muy complicado y difícil. Y tengo la culpa por no haberme sabido explicar bien y, por ello, muchos compañeros me han criticado. Muchos otros me han criticado sin ni siquiera leer el artículo. Y cuando intenté explicarme, se pasó a la falta de respeto y al insulto. También es cierto que otros muchos sí me entendieron pero lo expresaron privadamente. No lo hicieron público por miedo a que les pasara lo que a mí, que se pasó rapidísimo del desacuerdo a la falta de respeto y al insulto. Voy a intentarlo hacerlo hoy mejor. Espero estar más afortunado para que no me caiga otro chaparrón la semana que viene.

La primera idea que quería abordar es que cada vez hay más entrenadores que tienen un trabajo, dedicándose a entrenar por pura pasión porque es imposible vivir de lo que se cobra por entrenar en un equipo de cantera o en ciertas categorías senior. Ahora la preparación para entrenar un equipo de niños es infinitamente mayor que cuando yo empecé a entrenar hace 31 años, con solo 17 años. Sin embargo, a pesar de tener obligatoriamente que estar mejor preparados, la remuneración que se percibe no es mayor que hace 31 años. La única diferencia con entonces es que se cobraba en pesetas, pero la gratificación al cambio a euros es más o menos la misma. Claro que pienso como todos, que es poco y que merecemos más. Pero mientras nuestra remuneración salga de la cuota que pagan las familias para que sus hijos jueguen a baloncesto será difícil, porque de ahí también sale la proporción de lo que cuestan los balones, las equipaciones, el alquiler de las pistas, arbitrajes, seguros médicos, licencias, el sueldo del director de cantera, del secretario... Es una pena pero es una realidad. Yo no opino que debamos entrenar gratis, yo nunca lo he hecho, ni con 17 años. Y por supuesto que merecemos más, pero no sé qué se podría hacer para mejorar esto.

Creo que a pesar de esto, ese entrenador joven, como fui yo, no debe abandonar su sueño de ser entrenador profesional y vivir de entrenar a baloncesto. Esto no quiere decir que quien sea entrenador y no viva del baloncesto no haga un trabajo profesional. Seguro que sí que lo hace y le dedica mucho más tiempo a su equipo que las horas que está en la pista entrenando, estoy seguro. Pero creo que esos entrenadores jóvenes que no tienen formación apenas, como fue mi caso con 17 años, deben dedicar tiempo a formarse para ser mejores antes que llevar 3 ó 4 equipos a la vez. Una vez que tienen suficiente formación para entrenar a varios equipos, pues adelante. Yo lo he hecho. Pero lo he hecho después de acumular años de experiencia y formación.

Me parece que para esos entrenadores jóvenes ser ayudante de otros entrenadores mejores y con más experiencia es un buen vehículo para su formación. Hablo por propia experiencia. Tuve la suerte de ser entrenador ayudante en equipos en los que los jugadores prácticamente tenían mi edad, con magníficos entrenadores a los que yo no sé en qué podía ayudarles por mi falta de experiencia y formación pero que me enseñaron muchísimo. Hasta pude ir hasta a campeonatos de España gracias a ser entrenador ayudante. Por eso sentía que mi remuneración era esa formación que recibía.

Pero si esos chicos jóvenes necesitan el dinero por el motivo que sea y eligen la opción de entrenar varios equipos, deben usar otros vehículos para su formación. Y esa formación puede ser gratuita yendo a ver trabajar a otros entrenadores, estudiando clinics en internet y, sobre todo, viendo baloncesto que, por suerte, tenemos acceso a ligas profesionales de una manera gratuita. Lo que creo que no vale es no formarse.

Por supuesto, si ya has tenido años de experiencia, si incluso has estudiado en el campo del deporte y te has formado, tienes todo el derecho a ser remunerado por ser entrenador ayudante puesto que vas a aportar trabajo al equipo además de tu tiempo. Y también tuve esa suerte de ser remunerado por ser entrenador ayudante. Pero ya llevaba 15 años haciendo baloncesto como entrenador.

Y por último, no creo que valga quejarse por lo que se cobra, por desgracia porque no sé si eso cambiaría algo. Como no vale quejarse cuando consideras que debieron darte el júnior y te ofrecieron el infantil. Esos chicos del infantil necesitan que los entrenes con toda la ilusión del mundo. Por eso creo que no vale desmotivarse por no entrenar al equipo que deseabas.

Espero haber conseguido explicarme mejor ahora y pido perdón a todos aquellos a los que molesté. Fui torpe y no supe explicarme bien. Ahora, si sigue habiendo gente que esté en desacuerdo conmigo tienen todos mi más absoluto respeto. No se me ocurriría faltarles al respeto ni insultarles por pensar diferente, como me ha pasado a mí.