Productividad 2020. Profesionales SAS

Desde el punto de vista de la Pandemia por Covid, y a las puertas de terminar 2021, todos coincidiremos que nos encontramos en la mejor situación conocida desde que inició esta crisis sanitaria en marzo de 2020.

Poniendo el foco en Andalucía, los datos dan auténtico vértigo desde el punto de vista de la asistencia sanitaria: más de 800.000 personas contagiadas por Covid en nuestra comunidad, decenas de miles de pacientes ingresados en hospitales andaluces y 11.268 fallecidos. Solo en Málaga, desde el inicio de la pandemia, se han producido 10.000 ingresos hospitalarios y más de 1.000 pacientes han necesitado atención en Unidades de Cuidados intensivos y Reanimación.

Sin olvidar nunca la dureza de estos datos, y teniendo muy presente que aún siguen ingresados pacientes en los diferentes hospitales de Andalucía, creo que el éxito colectivo que ha supuesto la vacunación masiva de la población andaluza, en un tiempo récord, ha supuesto un hito histórico y hay motivos sobrados para albergar esperanzas de que lo peor de este pandemia mundial haya quedado atrás.

¿Qué decir, que no se haya dicho ya, de los profesionales sanitarios que han trabajado incansablemente en estos 18 meses de pandemia? Posiblemente, nada nuevo dado que toda la ciudadanía ha reconocido sobradamente su entrega y esfuerzo en este período. Han sido innumerables las muestras de apoyo, cariño y agradecimiento de todos y cada unos de los ámbitos de la sociedad andaluza y malagueña (representantes políticos, periodistas y medios de comunicación, asociaciones de pacientes, sociedades científicas, asociaciones sindicales, colegios de profesionales, etc).

Los que decidimos en algún momento de nuestra vida, la inmensa mayoría antes de ser mayores de edad, dedicar nuestra labor profesional al ámbito sanitario (médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería, celadores, técnicos, farmacéuticos hospitalarios y un largo etcétera) sabemos que el ‘factor económico’ nunca fue determinante en aquella decisión que nos acompañará el resto de nuestra vida. Es una profesión, la nuestra, con vocación de servicio a los demás, a nuestros pacientes, las 24 horas del día y los 365 días de año. Sin esa vocación de servicio sería imposible trabajar sin descanso en turnos de noche, festivos y guardias de 24 horas, en el caso de los facultativos.

No obstante, considero necesario poner de manifiesto una circunstancia lamentable que acaba de producirse en la nómina de los profesionales sanitarios andaluces este mes de octubre de 2021. Como cada año, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) abona a sus más de 100.000 profesionales la productividad correspondiente al año anterior, en este caso 2020. La productividad a los profesionales sanitarios se establece en base al nivel de consecución de objetivos de cada profesional, cada Unidad de Gestión Clínica a la que pertenecen y de cada hospital.

La productividad abonada este año, correspondiente a los Objetivos de 2020, creo que han sido tremendamente injustos al no reconocer el esfuerzo y dedicación de todos los profesionales sanitarios en un año especialmente complicado por la pandemia. La actividad ordinaria de los centros sanitarios  (actividad quirúrgica programada, consultas externas, pruebas diagnósticas, planes integrales) ‘saltó por los aires’ a partir de marzo de 2020 para centrarnos todos en el carácter extraordinario del Covid. Todos los ciudadanos saben perfectamente lo que sucedió a partir de ese momento y el trabajo extraordinario que han realizado los sanitarios andaluces.

A partir de ahí, ¿cómo es posible que el SAS haya puntuado en 2020 a los hospitales de Málaga con una nota que penaliza los objetivos alcanzados por los profesionales y las unidades a las que pertenecen? ¿No merecen éstos el 100% de su productividad tras su labor en un año marcado por la atención al Covid? ¿Cómo se explica esta decisión cuando aún queda por pagar parte de la productividad del 2019?

Creo que la coherencia, entendida como «la actuación en consecuencia a lo que expresas y defiendes» debe ser aplicada por el Servicio Andaluz de Salud y la Consejería a la que pertenece. Agradecemos muchísimo, de verdad, el reconocimiento verbal de las autoridades sanitarias y las mejoras en infraestructuras/equipamientos llevadas a cabo en este período gracias, en su inmensa mayoría, a las trasferencias Covid desde el Gobierno de España.

Aun así, les rogaría que reconozcan primero y resuelvan después una situación que nunca debió producirse: «abonar el 100% de productividad del 2020 por el trabajo realizado en la pandemia y pagar los atrasos correspondientes a la productividad 2019».

Creo que se trata de una petición justa, razonable y legítima, a la que tienen derecho los trabajadores del Servicio Andaluz de Salud. No alcanzo a imaginar un escenario distinto al vivido en 2020 donde merezcan más los profesionales sanitarios el total de la productividad que ya está asignada para ellos. Sería un gran ejemplo de gratitud y coherencia por parte de la Consejería de Salud hacia sus trabajadores.