Opinión | La calle a tragos

La rampa y lo que significa

Cerca del Materno, ante la pancarta reivindicativa que porta una barandilla, se corroboran los problemas de accesibilidad que el Ayuntamiento no afronta en ciertos barrios de la ciudad

Pancarta que reivindica una rampa en las inmediaciones del Materno, en el Parque Victoria Eugenia.

Pancarta que reivindica una rampa en las inmediaciones del Materno, en el Parque Victoria Eugenia.

En una conversación con el presidente de la agrupación de desarrollo ‘Málaga Accesible’, Alfredo de Pablos, aprendí que como todo el mundo tiene un familiar, un vecino o un amigo con discapacidad, estas personas están tan cerca de cualquiera de nosotros que al final son invisibles. No son tenidas en cuenta cada vez que -y son demasiadas- el derecho humano a la accesibilidad se queda enquistado en el papel que lo contempla en la correspondiente ley y es apartado de la vida cotidiana para herirla con indiferencia, obstáculos e injusticias. De este modo, se olvida que una persona que tiene problemas de movilidad se queda en su casa si no se modifica el entorno. Si no se quita el infranqueable escalón. Si no se hace el entorno accesible al bastón, el andador o la silla de ruedas, esa persona no puede vivir. Y, por ende, el problema no es la rampa -o sea, su ausencia- sino lo que significa.

La reflexión regresó como un bumerán a mi cabeza una mañana de esta semana en las inmediaciones del Hospital Materno Infantil. Ante la pancarta reivindicativa de ‘La rampa pa cuando’ que porta una barandilla se corroboran los problemas de accesibilidad que el Ayuntamiento no afronta en ciertos barrios de la ciudad. Falta la previsión que daría un buen plan de accesibilidad; y los obstáculos que se solventan obedecen a una respuesta al grito indignado de los vecinos. Sin embargo, los de la calle Anita Adamuz llevan siete años esperando.

Se acostumbra a olvidar -quizás bajo el eclipse que provoca el impagable horizonte marino- que la geografía malagueña es una de las más montañosas de España. De ahí que en los puntos menos llanos la accesibilidad sea una entelequia. Sucede, por ejemplo, en el propio Arroyo de los Ángeles, Mangas Verdes o Ciudad Jardín. Sin ir más lejos, esa zona norte de la ciudad -vecina a los Montes de Málaga- a la que tanto están mirando ahora mismo y con anhelo fotogénico, con la restauración del Río Guadalmedina en el escaparate, tanto el alcalde Francisco de la Torre como el portavoz de la Junta, el malagueño Elías Bendodo.