Opinión | TRIBUNA

¿Hacia qué mundo nos llevan?

Evacuados de Afganistán

Evacuados de Afganistán / Reuters

The Economist Intelligence Unit acaba de publicar su informe del año 2021 sobre el Índice de Democracia en el mundo. En esta ocasión, el título del informe hace referencia al desafío chino en el estado global de pandemia de Covid-19, y como siempre estructura su estudio y puntuaciones en cinco categorías, ‘proceso electoral y pluralismo’, ‘funcionamiento del gobierno’, ‘participación política’ y ‘cultura política y libertades civiles’, para con ello llegar a clasificar a los territorios analizados en cuatro categorías; ‘democracia plena’, ‘democracia defectuosa’, ‘régimen híbrido’ y ‘régimen autoritario’.

Lo primero que observamos en el informe, es que durante este año de pandemia de 2021, aumentaron los países clasificados como ‘totalitarios’, y ha empeorado el nivel democrático general, apuntando al impacto negativo de la pandemia de Covid-19 sobre los niveles de democracia y libertad en todo el mundo por segundo año consecutivo, al reducirse las libertades civiles, produciéndose un gran enfrentamiento entre los que defienden la precaución y la participación de expertos sanitarios ante la pandemia y los que niegan a los anteriores. Mientras en 2020 el 49,4% de la población vivía en países calificados como democráticos, en 2021 se reducía al 45,7%.

España ha caído de ‘democracia plena’ a ‘defectuosa’, motivada, según el informe, en un escenario político cada vez más inestable, con una fragmentación parlamentaria poco conveniente, los escándalos de corrupción política, el aumento en la tensión territorial que provoca problemas de gobernabilidad, con el caso de Cataluña como ejemplo, y un empeoramiento en la independencia judicial, después de las divisiones políticas sobre el nombramiento de nuevos magistrados para el Consejo General del Poder Judicial.

Destacar que de entre los 10 mejores países en niveles ‘democráticos plenos’, se encuentran 5 que tienen, como forma de gobierno, a ‘monarquías parlamentarias o constitucionales’, siendo Noruega la primera en puntuación, mientras en los países clasificados como ‘totalitarios’, la mayoría mantienen formas de gobiernos conformados como ‘repúblicas o monarquías autoritarias’, casos como el de China, Rusia, Corea del Norte, Venezuela, Cuba, Nicaragua, o Arabia Saudí. Benigno Pendás, consejero de Estado y presidente de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, comentaba, al inicio de una ponencia en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander en 2016, que «algunos de los países más avanzados desde el punto de vista social en Europa son monarquías», y el periodista Álvaro Merino señalaba en una publicación del 2021 del ‘Orden Económico Mundial’, que tras el análisis de los índices de democracia de la publicación anual de ‘The Economist’, puede observarse, en un cómputo general, que las repúblicas reciben una peor puntuación media que las monarquías.

En este informe del 2021, ‘The Economist’ advierte de un importante retroceso democrático en los países americanos de habla hispana, en los que solo Uruguay y Costa Rica se sitúan como ‘democracias plenas’, siendo especialmente crítico con México, Venezuela, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Respecto a México señala que continúa con una caída en sus niveles de democracia, responsabilizando de ello a su actual presidente López Obrador por su intención de concentrar en él todo el poder, advirtiendo de una mayor erosión democrática a medida que se acerquen las elecciones de 2024.

De otro lado, destacar como las tensiones militares inciden sobre los índices democráticos, al comprobar como Ucrania pasa del puesto 79 en 2020, al 86 en 2021 debido al aumento de las amenazas militares de Rusia que ha restringido sus procesos democráticos a favor de la centralización del poder en las instituciones de defensa ucranianas con el objetivo de garantizar la seguridad ciudadana. Mientras Ucrania no está clasificada como país totalitario, Rusia sí lo está, y además con unos bajos niveles democráticos, pasando de 5,02 puntos en 2006 a los 3,24 en 2021, una importantísima bajada democrática del 35,46% en un periodo en el que ha gobernado Putin la mayor parte del tiempo. Señala el informe, que en 2021 el parlamento ruso siguió restringiendo el pluralismo político y la independencia de los medios de comunicación, aprobando en diciembre de 2020 una Ley que endurecía las libertad a la oposición y a las protestas políticas, deteniéndose a principios de 2021 a Alexei Navalny, una destacada figura de la oposición, recortando el funcionamiento de las organizaciones de derechos humanos, cerrándose incluso la organización de derechos civiles, ‘International Memorial’, como señala el informe de ‘The Economist’. En 2001 en España contamos con 112.034 ucranianos, de los que 11.503 residen en la provincia de Málaga, el 39% en nuestra capital, mientras contamos con 79.485 rusos, de los que 7.388 lo hacen en la provincia, un 29% en Marbella.

En definitiva, según los datos del informe, se observa un deterioro democrático en el mundo desde el años 2006 al 2021, destacando el desplome en los países de Sudamérica y el Caribe con una caída del 8,48%, y la reducción democrática en países totalitarios como Rusia, China, Cuba, Corea del Norte o Afganistán.

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