Opinión | Mercados

Feliciano Macías

Las caídas del mercado son oportunidades

Todos los retrocesos en Bolsa, como el actual por la invasión rusa de Ucrania, han supuesto mínimos del mercado y oportunidades de compra para el largo plazo, no para especular, pues índices que recortan un 25%, o incluso un 40%, ya han puesto precio a las malas noticias en gran medida

Agentes en el parqué de la Bolsa de New York.

Agentes en el parqué de la Bolsa de New York. / JUSTIN LANE

Me acuerdo la primera vez que sufrí un mercado bajista. Se inició en septiembre de 1997, cuando después del verano el Banco Federal Alemán, el Bundesbank, subió tipos por sorpresa, lo cual le sentó fatal a los mercados. Se calmaron, y a las pocas semanas, un mercado ya débil tuvo que luchar contra el Impeachment o proceso de destitución de Bill Clinton, que provocó la histórica caída de toda la bolsa española del 15% el martes 28 de octubre de aquel 1997. Antes, esa misma mañana, yo deshice mis posiciones compradas. El día antes Reino Unido dijo que no entraría en la unión monetaria, y el ambiente en general, las noticias, los nervios y mi falta de experiencia, me hicieron pagar la novatada, como otros muchos inversores.

Lo peor vino por la tarde. A los diez minutos de la apertura de Wall Street, cuando este caía un 3%, el entonces presidente de Estados Unidos dio un revitalizador, animador y patriótico discurso. El mercado se giró a verde ante mis ojos para acabar subiendo un 6%. Tal era la avalancha de órdenes y el atasco producido en el sistema bursátil, que éste, de forma extraordina, cerró a las 18.30 horas de la tarde.

En los 25 años que han pasado desde aquel día ha habido muchos más derrumbes del mercado, los cuales, en el caso español, podemos dividir en dos partes. Los primeros son los producidos hasta 2009: impago de Rusia en el verano de 1998, agravado por la quiebra del gigantesco hedge fund Long Term Capital Management (LTCM); crisis brasileña con fuerte caídas de nuestros bancos en enero de 1999; ese mismo año, la guerra de Kosovo; el crack de las punto.com en el 2000; pánico por los atentados de las Torres Gemelas en septiembre de 2001; inicio de la Guerra de Iraq en 2003; atentados de Madrid en marzo de 2004... y llegamos a la parada, pues la siguiente crisis es las de las hipotecas subprime en Estados Unidos, que se transforma de crisis bancaría a bursátil y luego, en una crisis económica mundial.

Esta crisis es para nosotros un antes y un después, pues todos los derrumbes anteriores se recuperaron ese mismo día o semana, y además hubo máximos anuales en un mercado alcista mayor. Pero desde entonces, nuestro mercado no ha conseguido recuperar los máximos de los 16.000 puntos en el Ibex-35, mientras que el resto de los principales mercados europeos, y obviamente los americanos (es decir, en unas economías mejor gestionadas) seí han visto subir sus índices.

Aquí llegamos a la segunda parte de los “sustos” en la renta variable. Tras la crisis de las hipotecas subprime con la famosa quiebra de Lehman Brothers, tenemos: la crisis y quiebra griega en 2010; crisis del euro por la posible salida de Italia y España en 2012; el Brexit en 2016; subida de tipos en Estados Unidos en las Navidades de 2018 con caídas del 25%; Covid-19 en febrero-marzo de 2020 con retrocesos mundiales del 40%, y finalmente la actual crisis por la invasión rusa en Ucrania.

El actual momento del mercado está marcado por dos fechas significativas. El jueves 24 de febrero se produce la invasión rusa con fuertes caídas en los mercados (que ya venían desde el inicio del año), lo cual hace que desde máximos el llamado mercado tecnológico Nasdaq tuviera un recorte del 23,4%. Ese día, se lo imaginan, gira al alza desde mínimos un 6%. El siguiente día significativo es el 7 de marzo, cuando aparece el miedo a una guerra o conflicto nuclear.

Los mercados europeos, que viven más de cerca la guerra y que habían aguantado mejor que los americanos hasta la fecha, marcan nuevos mínimos (el Nasdaq no), mientras que el Dax, que desde máximos de enero había recortado curiosamente otro 23,4% (número de Fibonacci por cierto), gira al alza con una mala noticia y acaba en positivo. Desde ese día de marzo no ha tocado ese nivel, a pesar de las noticias y de las sanciones que le anunciaban para Rusia. El Ibex-35 también ha rebotado.

Pues ambos grupos de derrumbes y retrocesos, ya sean en un mercado alcista español hasta 2009 o en un mercado más débil desde aquellos máximos, han supuesto mínimos del mercado y oportunidades de compra para el largo plazo, no para especular, pues índices que recortan un 25% o incluso un 40%, ya han puesto precio a las malas noticias en gran medida. Otra cosa es una mala noticia en máximos y que sólo produzca recortes del 10%. En tal caso es probable la caída no haya acabado, pero caídas en torno al 30%, sí suelen ser definitivas.

Feliciano Macías es asesor de inversiones de la oficina de Renta 4 en Málaga.

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