Opinión | Málaga de un vistazo

Todavía retumba

Chris Rock y Will Smith.

Chris Rock y Will Smith.

Para mí el chiste de Chris Rock no tenía mucha gracia por no decir que ninguna, la verdad que se lo podía haber ahorrado, pero de ofensivo me parece que tenía más bien poco, aunque ya se sabe que de la ofensa sólo entiende el ofendido. En cuánto a la bofetada de Will Smith que me pareció -como bofetada- más cómica que el propio chiste que la propiciaba, sólo puedo decir que resultaba cuanto menos ridícula, fuera de lugar, inapropiada y casi de película. Sobre todo, porque no entiendo mucho eso de salir en defensa de nadie que pueda defenderse por sí mismo, se tenga la relación que se tenga, que cada uno ponga el límite y lo marque como crea oportuno, no sé qué pudo herir más la imagen de Jada, si el chiste sobre su peinado por parte del cómico presentador de los Oscar o la actitud de gorila elegante de su marido.

Semanas después del incidente se sigue hablando de lo ocurrido y por las consecuencias que está trayendo uno diría que la bofetada se la dio Will Smith a sí mismo, pues no sólo le ha quedado torcido el semblante ante la crítica del público, sino que el impacto de ese golpe ha ejercido un efecto dominó que ha ido tumbando numerosos proyectos que tenía por delante. Pero es que no sólo eso, hace poco se anunciaba que además le vetaban durante nada menos que 10 años a cualquier acto de la academia. Parece que a la industria que mejor explota la violencia le parece la violencia algo inadmisible, aún cuando esta sea casi cómica, será porque faltaron efectos especiales o porque no pudieron identificar anticipadamente quién era el bueno y quién el malo, y están acostumbrados a eso, a la narrativa del bien y del mal que lo justifica todo y sin ella cualquier violencia les resulta gratuita.

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