Opinión | MÁLAGA DE UN VISTAZO

Por tontos, avaros, hedonistas

Unas mujeres viendo un partido de fútbol con un burka.

Unas mujeres viendo un partido de fútbol con un burka. / L. O.

Vivimos acontecimientos políticos casi de ciencia ficción, con espionaje incluido, pero si saliera ya el alcalde cual ‘Pegasus’ con alas sobrevolando la ciudad y cabalgando sobre las nuevas Torres, ya tendríamos una de fantasía. Por lo pronto, se avistarán mujeres sombra (tapadas con negro velo, burka y ‘burkini’) del Oriente para morar en esas torres, además de hordas de solteros uniformados de chabacanería ebria y, entre la multitud, neodepredadores, locales o importados, a lo Dr. Jekyll and Mr. Hyde, fruto de las drogas, marginalidad y una nefasta educación psicológica y metafísica, así, de la fantasía derivamos hacia el género de terror.

De la ficción a la realidad hay un paso, y que sea oscuro o luminoso depende nuestra apuesta de futuro.

Años atrás vi una mujer con burka junto a su marido en la plaza de la Constitución, paradójico. Me dejó estupefacta que una muestra de sometimiento y maltrato sobre la mujer tuviera cabida aquí, al igual que el ‘burkini’. Me pregunto qué trasluce, qué nos enseña y qué reciprocidad hay en estos asuntos de derechos y deberes democráticos e igualdad respecto a cualquier fundamentalismo, de donde proceda... Aleccionadas desde su infancia, las que son conscientes de ello no pueden mostrase contrarias, ¿pero consentirlo en Málaga, Andalucía, España, Europa? Aquí costó terminar con atuendos, costumbres y leyes contrarias al género femenino y ahora muchas mujeres disfrazan símbolos y actitudes machistas como opciones personales y nos quedamos tan panchas, otras cantan y bailan letras que ensalzan someterlas y usarlas, pero aquí nada tiene importancia porque no se la ven y nadie explica que hay formas que provocan cambios en el fondo, nadie lo considera porque lo damos por hecho: disfrutar nuestros derechos y libertades, pero son vulnerados con nuestras propias reglas y nos los arrebatarán, por tontos, avaros, hedonistas…

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