Opinión | Tribuna

Una hermandad y una feria para San Bernabé

Una hermandad y una feria para San Bernabé.

Una hermandad y una feria para San Bernabé. / L. O.

Cuando el 11 de junio de 1981 la hermandad de romeros de San Bernabé, de Marbella, efectuó su primera salida procesional, el hermano mayor (Diego Parra) se encontraba en Ceuta por motivos profesionales, pero pudo seguir el acontecimiento con todo detalle gracias a que la emisora Radiocadena Española retransmitió la salida en directo.

Contaron con el trono cedido por la hermandad de la Virgen del Carmen. Los Romeros se habían gestado en el bar Bartolo, en la calle San Lorenzo, con la idea de fomentar el conocimiento y el culto al santo patrón. Los fundadores fueron el párroco Francisco Echamendi Aristu (que puso como condición que el día de la salida hubiese al menos doscientos asistentes; fueron muchos más), Francisco Becerra, Francisco Melgar, Francisco Cantos Moyano, Francisco Gamito, Miguel García, Eufrasio Martos, José Gamito, Bartolomé Fernández, Francisco Jiménez, Diego Portillo, Luis Angulo y Diego Parra.

Procesionó aquel año la antigua imagen, que actualmente se encuentra en la capilla de Nagüeles. Sería sustituida por la talla que procesiona actualmente y que preside el Altar Mayor de Santa María de la Encarnación, obra del imaginero Ricardo Rivera, también autor del Yacente que procesiona cada Viernes Santo.

Con la hermandad y la procesión se solemnizaba aún más la feria en honor del patrón. Existe constancia documental fechada en mayo de 1872, de la decisión adoptada por la corporación presidida por el alcalde Pedro Artola de retomar la feria suprimida desde hacía mucho tiempo y que se celebraba los días 28, 29 y 30 de mayo. La trasladaron a los días 11, 12 y 13 de junio, en honor de San Bernabé. Esa duración de tres días (y la víspera) permaneció invariable prácticamente hasta los años cuarenta del siglo pasado.

La feria se convirtió en uno de los momentos más importante del año para los marbelleros, siendo casi obligatorio el estreno para lo ocasión de zapatos y algo de ropa. Las salidas de los Romeros comenzaron en horario de tarde, hasta que el director espiritual constató que la coincidencia con la feria de día resultaba contraproducente y se trasladó a la mañana. El tiempo ha demostrado que fue una decisión acertada. San Bernabé fue proclamado Hijo Adoptivo y Alcalde Perpetuo de Marbella por acuerdo del pleno municipal del 22 de noviembre de 1999, con los votos del GIL, Partido Popular y el representante del Grupo Mixto.

En 2001 el municipio de Arenas de San Juan nombró al apóstol Alcalde Honorario con los votos de PP y PSOE. En los comienzos eran solamente romeros y las mujeres en cuanto consortes. Esa etapa, injustificable desde cualquier punto de vista, fue superada. La romería que cada año organizan al pinar de Nagüeles se ha convertido en la señal inequívoca de que comienza la feria. Es heredera de las antiguas Giras al Pinar y también de la romería que durante tres años, en la década de los ochenta, organizó la emisora de Radiocadena Española, cuando era director Miguel Ángel Blanco. A partir de 1984 los Romeros cuentan con su pregón. Se celebraba en diferentes hoteles.

El primero lo pronunció Francisco Cantos Moyano, médico e investigador, autor, junto a la escritora Ana María Mata, de la letra del himno de San Bernabé al que puso música Rafael Fuentes. El primer pregón que se proclamó en el templo de Santa María de la Encarnación lo ofreció el abogado Antonio Gálvez Ruiz en 1999. En la larga lista de pregoneros figuran Camilo José Cela y Manuel Alcántara. Tras Diego Parra ocuparon el cargo de hermano mayor Maximiliano Sánchez-Biedma, Francisco Gamito, Salvador de la Peña, Toni Rivas, Paco Rodríguez, José María Pérez, Paco Claro y José Manuel Orozco.

La labor de todo el año, con gran implicación en las causas sociales, culmina el 11 de junio con la salida en procesión. Un día que, desde tiempo inmemorial, se ha venido celebrando con extraordinaria solemnidad y para ello se contrataba a un orador sagrado que exponía un panegírico de San Bernabé con auténtica categoría literaria y con la asistencia, ataviados con sus mejores galas, de las autoridades civiles y militares. Previamente esas autoridades y la religiosa han venido participando en la madrugadora procesión a la Cruz del Humilladero, histórico lugar en la calle Málaga, donde según la tradición, el rey Fernando el Católico se humilló ante el Altísimo para agradecer la entrega de la ciudad sin resistencia, al tiempo que recibía del alcaide musulmán las llaves de la ciudad. La tradición, como seña de identidad, sigue preservándose.

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