Opinión | Contracrónica

Ligoteo y campaña

Olona en combate. No se calma, no descansa. Pero pasa calor, como todo el mundo. Ayer, look a lo Marine, pantalón color militar y ropa ligera. Olona está combativa pero funciona mejor en los mítines, con adeptos prestos al aplauso, que en los debates, donde hay gente, qué cosas, que no comparte con ella que la educación sexual forma degenerados, que hay que cerrar la tele pública o que España está rota ya. Y un mensaje insistente: quieren entrar en el Gobierno. Manejar consejerías, tener cargos. Veremos.

Olona en combate. No se calma, no descansa. Pero pasa calor, como todo el mundo. Ayer, look a lo Marine, pantalón color militar y ropa ligera. Olona está combativa pero funciona mejor en los mítines, con adeptos prestos al aplauso, que en los debates, donde hay gente, qué cosas, que no comparte con ella que la educación sexual forma degenerados, que hay que cerrar la tele pública o que España está rota ya. Y un mensaje insistente: quieren entrar en el Gobierno. Manejar consejerías, tener cargos. Veremos. / Rafael González (EP)

Almeida y Villacís dieron una rueda de prensa para celebrar que hace tres años que no se soportan. Le preguntaron a Almeida por sus proyectos de futuro y dijo que pretende gobernar en solitario. Y casi no hizo ni falta que se lo preguntaran. En una respuesta liquidó a Ciudadanos. Dio a entender que ese partido le estorba y le produce urticaria. La misma que le provoca ponerle calles a escritoras que no le caen bien.

-Oiga, esto qué tiene que ver con la campaña.

La cuestión es si Ciudadanos sobrevivirá o no. Andalucía es crucial. Es el todo o nada. Es sacar tres parlamentarios y reeditar el Gobierno actual PP-Cs o no sacar ninguno y que se oficien los funerales.

Ciudadanos puede ser el primer muerto de España del que no se hable bien. Solo la tontería de las torrijas, para darle en la boca a Olona y el efecto subsiguiente ("somos liberales, nos gusta Torrijos y las torrijas") ya merecería un escaño. Por mucho que Juan Marín sea a ratos sólido y a ratos un chilachón.

También el hecho de que hayan sido los panegiristas del Ejecutivo, que se estén dejando la piel en la campaña (otros se están dejando las intenciones) merecería recompensa. Pero esto no va de merecimientos. Ni de quién es más ingenioso. Esto se está poniendo de voto útil. Todos apelan al voto útil. A que se le presten votos. Esto no va tampoco de quién saca más si no de quién logra formar gobierno. Y quién apoya a quién. Feijóo acaricia y lanza la idea de que el PSOE colabore con la abstención para eliminar a Vox de la ecuación. Espadas ya ha advertido que no se abstendría, dado que «al día siguiente el PP se iría a negociar el presupuesto del año con Vox». Teresa Rodríguez dice que apoyaría sin dudarlo un instante a un presidente del PSOE pero que acto seguido se irían a la oposición.

Aquí ya está todo el mundo pensando en el día después. Menos los que tenemos que trabajar el 19-J, que lo que estamos pensando es en ver si todo acaba pronto y la empresa nos convida a una pizza. No es no nos gusten los lances electorales, es que se nos hacen largos. Llevamos un año en precampaña y nada más que termine el domingo entraremos en la pre de las municipales, generales, etc. La vida es lo que nos pasa mientras nos empeñamos en seguir haciendo campañas electorales. Hay campaña en Andalucía pero Almeida y Villacís la hacen en Madrid. No son el dúo Pimpinela, que más quisiera Almeida, que según confesión propia liga menos que, como se decía en Málaga, la ginebra de La Campana. Decimos ligar y estamos hablando de política. No supo ligar el cargo de portavoz nacional del PP con el de alcalde. Ni su partido con Ciudadanos. Pero ahí está. Hablando de todo un poco.

Alberto Garzón, esta semana durante un mitin de Por Andalucía.

Alberto Garzón, esta semana durante un mitin de Por Andalucía. / Joaquin Corchero (EP)

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Los mitineros o mitineantes son como los toreros o los cantantes, han de contar con el público, con sus ritmos, con sus silencios o aplausos. A veces con su indiferencia. O pasa una mosca. Garzón toma resuello en Málaga, mira benevolente al futuro y, mitad ministro mitad activista, se dispone a dar un mitin. Son todo oídos.

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