Opinión | EN CORTO

¿Una línea de ruptura en el horizonte?

Aunque la superación a trancas y barrancas de la crisis del espionaje telefónico y la división del independentismo parezcan proporcionar los equilibrios para que la actual fórmula de gobierno en Madrid pueda concluir legislatura (incluso pase lo que pase en Andalucía), hay dos escollos que a corto o medio plazo tendrá difícil sortear, pues vendrán impuestos no solo por el sentido común sino por la Unión Europea: el primero, en el orden de la economía, la necesidad de tomar medidas serias frente a la inflación. El segundo, en el orden de la defensa, el inevitable aumento del gasto militar. No es fácil imaginar que los socios del Gobierno apoyen estas medidas, ni tampoco que le sigan dando soporte si obtuviera los apoyos precisos del principal partido de la oposición, en la ya arriesgada hipótesis de que éste los brindara para acreditar su responsabilidad y sentido de Estado. 

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