«OTAN, de entrada no»

La izquierda moderada tenía hace 40 años una buena papeleta ante la entrada de España en la OTAN. Por un lado no podía oponerse a la brava, pues en la guerra fría esa misma izquierda se había alineado con la Europa occidental frente a la URSS, recibiendo luego en la transición el pleno apoyo de la socialdemocracia atlantista. Pero tampoco podía apoyar sin más la entrada, vista la triste trayectoria de USA con la causa de la democracia en España, primero dando dos décadas más de vida al franquismo y luego optando por una «democracia limitada» (o sea, sin comunistas). El eslogan que da título a este billete, con el que el PSOE hizo en 1982 una campaña demoledora contra UCD (allanando su camino al poder) era un prodigio de ambigüedad, dando al ‘no’ a la entrada cierta provisionalidad. Gran parte de la izquierda se sentiría luego engañada, y la memoria histórica es muy rencorosa.

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