América protagoniza la clausura de la OFM

Este pasado jueves y viernes llegaba el abono de clausura de una temporada de abono, la de la Filarmónica de Málaga con una programación distinguida por su vocación pública y el interés por llegar a toda la sociedad malagueña. En el camino, propuestas cuyo nudo central no ha sido otro que reflejar en los distintos encuentros la riqueza y perspectivas musicales desde un punto de vista vivo con la inclusión de un buen puñado de obras de entrenos que dan noticia que el repertorio sigue aún engrosando nuevas perspectivas que, como en su día señaló C. Halffter, están tocadas por la originalidad, el tiempo del autor y la interpretación que de su obra se lee en los atriles.

Prueba de esta afirmación sería el programa que el titular de la OFM, José María Moreno, ha destinado a esta última despedida hasta la estación próxima, con Norteamérica y México en el corazón, de fronteras difuminadas y hecho musical original y propio desde la perspectiva sinfónica que justifica nombres como Gershwin, Bernstein, Márquez o Lieberson. Precisamente este último compositor fue el protagonista del estreno en España de sus Neruda Songs.

Articulada en poemas seleccionados del poeta chileno P. Neruda que sirven al compositor como excusa para reflexionar en torno a la idea música y poesía y la relación con el oyente. Es innegable la aridez e irrefrenable sensualidad de la página máxime cuando se trata de una obra que vive su primera audición e invita al auditorio a ser parte activa en la recepción. La dificultad de la interpretación por parte del conjunto y el reto que para el intérprete, en este caso el contratenor Dom Krim, supuso adaptar la partitura, pensada en origen para mezzo, al registro más agudo de la voz masculina sin que perdiera esencia alguna que fue otro de los elementos presentes en esta primera lectura.

Otra de las constantes de este abono pasado fue el importante papel confiado a los principales atriles solistas de la Filarmónica con especial reseña de maderas y bronces que nuevamente harían gala de músculo y gusto musical. Así, al llegar al corazón del programa protagonizado por dos partituras imprescindibles del repertorio del siglo veinte de G. Según Gershwin, el ejercicio musical ofrecido por profesores y batuta quedaba ya plenamente contextualizado en el imaginario sonoro del espectador. Lectura animada y expresiva la realizada por profesores, maestro y en especial el piano de Víctor del Valle en Rapsody in Blue que muy pronto captó la atención de los oyentes con un ataque brillante y tornasolado o al menos en intención teniendo en cuenta las condiciones el piano de concierto que fue otro elemento a sortear o incluir en la versión realizada.

Nuevamente el color orquestal protagonizaron las dos páginas que harían de cierre al programa por un lado la chispeante versión de Un americano en París, de Gershwin y una partitura que se ha convertido en un clásico entre las orquestas del mundo y también de la Filarmónica el danzón nº 2 de A. Márquez. Culmina la temporada pero no los conciertos extraordinarios que la OFM que se sucederán a lo largo de este verano musical que ahora comienza comienza.

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