Opinión | Artículos de broma

La semana del ¡Viva la gente!

El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, en la noche electoral.

El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, en la noche electoral. / EP

Me encanta. Se ha decretado la semana española de la humildad después del soberbio resultado de Juan Manuel Moreno Bonilla en las elecciones autonómicas andaluzas. En la noche de recuento le vimos llegar a la orilla sonriendo y llevándose las manos al corazón después de haber nadado la travesía de campaña estrechando manos, palmeando hombros, besando y saludando en todas partes como si estuviera en el barrio que le vio dar las primeras patadas al balón, montar el primer Vespino, probar la Cruzcampo e ir de la mano con su novia. De programa político poco se supo, pero el candidato Juanma, que tapó las siglas del PP, dio una lección de actitud personal. Se llevó las elecciones de calle y prometió, humildemente, humildad.

Al día siguiente, en la Ejecutiva Federal del PSOE más larga desde que el presidente llegó a La Moncloa, Pedro Sánchez, baqueteado por doquier, recomendó dos cosas a sus compañeros para ganar las siguientes elecciones: humildad y más calle. Las tertulias radiofónicas que oigo se pasaron de inmediato a esta fórmula política «Viva la gente». Recordemos, talludos: «Esta mañana de paseo/ con la gente me encontré/ al lechero, al cartero y al policía saludé/ en puertas y ventanas también reconocí/ mucha gente que antes ni siquiera la vi./ Viva la gente, la hay donde quiera que vas. / Viva la gente, es lo que nos gusta más. Con más gente a favor de gente/ en cada pueblo y nación/ habría menos gente difícil y más gente con corazón». Adiós a la política rata de dos patas de «Paquita la del Barrio». ¡Qué bien! Esta vez funcionó ser tranquilo. A Ángel Gabilondo sólo le faltó ser joven, guapetón y jovial y le sobraron conocimientos para ser Juanma Moreno. El electorado madrileño no quiso un consuegro tanto como el andaluz quiso un yerno.

Estos días olvidaremos que un vecino puede dividir a la comunidad de propietarios y un heredero mezquino arruinar al resto de la familia y desoiremos a Isabel Díaz Ayuso que se apresuró a declarar que ole por Moreno y Feijóo y que «no voy a cambiar un milímetro mi política».

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