Opinión

Sokolov, el piano heroico

El maestro Grigory Sokolov dio un recital por segundo año consecutivo en Málaga, regresando al Festival Sol Classic

El pianista ruso Grigory Sokolov

El pianista ruso Grigory Sokolov

Málaga, 15-07-2022

Auditorio Palacio de Ferias y Congresos.

Recital: Grigory Sokolov.

Programa: Variaciones y fuga op. 35, de L. v. Beethoven; Tres Intermezzi, op. 117, de J. Brahms y Kreisleriana, op. 16, de R. Schumann.

El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga volvió a ser el escenario elegido por el maestro Grigory Sokolov para el recital que por segundo año consecutivo regresaba a este escenario en el marco del Festival Sol Classic protagonizado por el pianista ruso. Como ya ocurriera en el encuentro de la edición pasada, Sokolov supo mover un auditorio serio y atento a un programa asentado en el piano de Beethoven, Brahms y Schumann. Tres auténticos caballos de batalla en un arco temporal y estético que circuló desde el ocaso del clasicismo beethoveniano hasta el posromanticismo estético de Brahms singular puente que recoge las influencias del genio de Bonn y el piano estilizado Schumann protagonista de la segunda parte de este destacado concierto,.

Poco después del decisivo “Testamento de Heiligenstadt” Beethoven remite a su editor una colección de variaciones y fuga construido sobre un tema ya utilizado por el maestro en una serie de contradanzas y el ballet Las criaturas de Prometeo, embrión a su vez de la Sinfonía Heroica cuyo tema se sitúa en el último tempo de la sinfonía. El maestro Sokolov centraría su lectura de la partitura sobre la idea de un continuo dramático acortando las pausas entre variaciones convirtiendo la fuga conclusiva en una suerte de finale sinfónico desde la perspectiva de un piano modulado donde Sokolov modela la tensión dramática para adquirir una dimensión aglutinadora. Si a ello se añade el dominio técnico del instrumento al servicio de la interpretación el resultado no podía resultar más sólido, especialmente ejemplificado en las tres primeras variaciones donde el tema principal se ubica en la línea inferior subrayando así la idea de momentos descrita por Sokolov a lo largo de toda su interpretación.

Con Sokolov el tiempo adquiere otra medida y significancia siempre subordinada a la expresión y al propio fraseo del músico como ocurriera en los Tres intermezzi de J. Brahms que cerraban una primera parte sencillamente magistral. De la aparente sencillez estructural de este conjunto de piezas destaca su articulación tripartita que destilan sentido evocador, elegíaco y hasta íntimo que en el piano de Sokolov se transforman en profundidad y sentido orgánico entre las piezas.

Tras el descanso la complejidad del piano de R. Schumann se apoderaría del auditorio con la Kreisleriana op. 16. Articulada en ocho secciones con Chopin como dedicatoria retrata el complejo momento que vive la pareja Schumann, algo que sobrevoló en la versión muy extendida y coloreada dibujada por el piano de G. Sokolov en una suerte de continua agitación y calma con instantes cercanos a euforias violentas enfrentadas a momentos de extrema delicadeza y donde las emociones componen un retrato de la compleja personalidad de Schumann. Versión extensa en minutación propicia a extender el perfil controvertido y alternante de cada sección.

Con la Kreisleriana de Schumann G. Sokolov cerraba oficialmente el programa aunque el recital se alargaría con hasta cinco propinas centradas también en el piano romántico fuera de programa, en el que no faltó Chopin y los maestros rusos, que conformaron en sí mismas una tercera parte bien estructurada por el maestro Sokolov.

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