Opinión | SOL Y SOMBRA

El fuego, misterio visible

Un niño se echa agua por la cabeza para refrescarse en Sevilla

Un niño se echa agua por la cabeza para refrescarse en Sevilla / Joaquin Corchero (Europa Press)

El fuego es el más tangible de todos los misterios visibles. Con las olas de calor se muestra aparatosamente en los incendios y, en cambio, no pierde ese halo secreto que nos lleva a preguntarnos de donde procede. Mientras sus bosques queman, España se consume en las hogueras de una crisis económica, existencial y política.

Leo en un nuevo sondeo demoscópico que, pese a la confianza que cree generar entre los suyos, el empático Pedro Sánchez no mejora sus expectativas electorales, y que el 82 por ciento asegura que no ha mudado su intención de voto. Es decir, no votará a un tipo que para asegurarse a sí mismo de que esta vivo, mientras prosigue su huida hacia adelante, recurre una y otra vez al funambulismo demagógico de las subvenciones y el zarpazo fiscal a los ricos que al final pagará la pobre clase media.

Otra circunstancia ha venido a dejar aún más en evidencia a este Gobierno con la posible extradición por parte de Bélgica del expresident prófugo de Cataluña, que supondría un espaldarazo a la defensa que el juez Llarena hizo de la independencia judicial de este país.

El problema no está en saber cómo Sánchez, en el caso de producirse la extradición, lidiará el toro -a él le sobran arrestos para promover un nuevo indulto-, sino en el impulso que los independentistas pueden tomar con ello.

No conozco a nadie medianamente bien informado que no piense que en la convocada «mesa de diálogo» con los separatistas catalanes, que reclaman la amnistía para los huidos del procés, antes incluso de juzgar sus delitos, desembocará en una nueva estrategia de presión hasta ver donde llega el Gobierno.

El siguiente paso, ya con un ejecutivo de centroderecha, será tomar la calle para volver a declarar la independencia. Entonces, mucho me temo, este Gobierno ya se habrá encargado de agilizar una rebaja del Código Penal para que la revuelta sediciosa, si se produce, no tenga esta vez castigo ante la Justicia.

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