Opinión | MÁLAGA DE UN VISTAZO

Entre el fuego y la torre

El proyecto del hotel del puerto

El proyecto del hotel del puerto

Entretanto el fuego arrasa nuestros parajes naturales más admirables, España sigue en llamas en este estío dantesco y trágico con más de 25.000 hectáreas calcinadas – la Sierra de Mijas ha sido una de sus valiosas víctimas con más de 2.000 – con unas inversiones muy descompensadas que siguen la línea de dilación de nuestros próceres ante la incomprensión manifiesta entre lo urgente y lo importante - el Ministerio de Agricultura, a través de la empresa de Transformación Agraria (TRAGSA) tiene ajustado en el ciclo 2020-2024 un montante de unos 497 millones de euros para el dispositivo de extinción y prevención de incendios forestales frente a los 20.319 millones del Plan Estratégico de Igualdad 2022-2025-. Obviamente, la disimilitud se reconoce muy descomedida. Desde el Puesto de Mando Avanzado del incendio declarado en el término municipal de Casas de Miravete, el cual ha afectado infaustamente al Parque Nacional de Monfragüe, el presidente del Gobierno ha aducido que la «políticas medioambientales se conviertan en políticas de Estado», porque «transcienden administraciones y transcienden legislaturas».

Hoy, en el Día Mundial del Ajedrez, si de políticas medioambientales profiere nuestro mandatario, en el horizonte de Málaga se posterga el expolio paisajístico inexcusable -pese a lo evidente de las argumentadas alegaciones- por medio de la torre del Puerto como pieza adversa de esta controvertible partida. Un receso en este trance provocado sobre la validez del anterior informe ambiental nos deja aún tres meses para poder ejercitar el pensamiento crítico en el Consistorio y la Autoridad Portuaria. Advertir que en este caso la seguridad jurídica opera como freno para, precisamente, mantener la certeza y previsibilidad del derecho. Un derecho a la defensa y continuidad del paisaje milenario de esta ciudad intimidado por una minoría desbarrada por la sinrazón.

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