Opinión | LA SEÑAL

Del indulto, una de las bellas artes

Bodega del restaurante cacereño Atrio, con 3.400 referencias de todo el mundo. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

Bodega del restaurante cacereño Atrio, con 3.400 referencias de todo el mundo. SILVIA SANCHEZ FERNANDEZ

La ex miss mexicana Priscila Lara Guevara y Constantine Gabriel Dumitru dieron un golpe de cine en el restaurante Atrio, de Cáceres, dos estrellas Michelín, como Bonny y Clyde, aquella pareja criminal de los años treinta. No se sabe todavía si Sánchez los indultará, pero estas cuarenta y cinco botellas de vino de colección valoradas en más de un millón seiscientos mil euros son irresistibles. Claro, ¿quién se resiste a un Chateau d’Yquem 1806?, una botella valorada en trescientos cincuenta mil, la joya del templo de José Polo, el propietario. En Las tentaciones de San Antonio, de Flaubert, no se dice nada de esto. Lo comentamos en el asador Erre & Urrecho, en el Don Pepe, de Marbella, con Dani, el sumiller, y el maître José Andrés. ¿El crimen también es un arte? Thomas de Quincey pensaba que sí, Del asesinato considerado como una de las bellas artes. Tengo que preguntarle al resucitado Armando Herranz, del fallecido Lereo, qué piensa de estos vinos. Pero más allá -en ¡el hospitalillo¡ marbellí- nos llevan los ex ministros Marcelino Oreja y Manuel Otero Novas a los tiempos de la transición y los tácitos, algunos redomados traidores a Fraga, que hay que decirlo. Allí me entero que el teniente general Andrés Cassinello acaba de publicar un libro de memorias, La huella que deja el tiempo al pasar (Memorias de tiempos difíciles) -en UNED y el Instituto Universitario Gutiérrez Mellado-. Lo pido, me llega.

Y de la mano del editor Andrés García Baena -Algorfa, también autor, Ibn Firnas, de Ronda, por ejemplo- de nuevo a la Feria del Libro del Parque y escucho atento a Álvaro García, siempre interesante, aunque discrepo de su concepto de la lírica, o yo le entendí mal. Entonces no conocía aún esa exploración del deseo y la capacidad de liberación de la danza que es Carnación, nada menos que de la malagueña Rocío Molina, y Niño de Elche, que se me olvida, que canta mientras ella -Premio Nacional de Danza- baila. Y Rocío acaba de abrazar el León de Plata en la Bienal de Danza de Venecia. Y en estas irrumpe como elefante en cacharrería Pedro Marín Cots, el legendario director del OMAU, que le pide al alcalde que no haga «una Expo del pasado» y se queja amargamente de que no incorpora ni una línea de la Agenda Urbana, ¡hasta ahí podíamos llegar! Un verso suelto lo tiene cualquiera, se disculpa alguien de muy arriba. Lo importante es que un gran profesional, Arturo Bernal, está al frente de Turismo Junta, y también entran Carolina España en Economía y Hacienda -Fusionadas las llamo - y Rocío Blanco en Empleo… Pero, mira por dónde, el Tribunal Supremo ratifica que el PSOE andaluz ‘consintió’ el fraude de los eres y no eres y confirma la pena de prisión para Griñán (y cuatro ex consejeros) y la inhabilitación de Chaves, que pasó fugazmente, diecinueve años, por allí como presidente. El mayor caso de corrupción de España, dice bajito la derecha. Pero ¿en qué cabeza cabe que Chaves y Griñán, y el resto de la tropa, fueran a beneficiarse personalmente del dinero público?, lo que hay que preguntarse es si acaso el delito no genera riqueza, aunque sea en otras manos, ¿y no nos preocupa el empleo?, pues entonces… Se lo tengo que comentar a los lingüistas computacionales, que usan los llamados corpus –bancos de datos lingüísticos hechos de textos y grabaciones con conversaciones reales– para transformarlos en algoritmos predecibles, tan predecibles como algunas defensas. ¿Y qué va a pasar entonces el 28 de mayo con las municipales y en doce de las diecisiete comunidades, eso si no se adelantan las particulares (así también las llamo)? Son tiempos de cielo negro, que clamaba Gabriele D´Annunzio. ¿Y cómo le explicas esto a la militancia?, que los socialistas son militantes, los de derechas afiliados…, si en la Ebau van a poner una prueba de madurez y un examencito para rebajar el esfuerzo, que tanto estresa. Eduardo Mendicuti ya hablaba de la izquierda de garrafón, yo de la derecha de psicoanalista. Pero Jorge Luis Borges lo vio así con los ojos cerrados:

En la noche del júbilo

o en la jornada adversa

exalta la alegría o mitiga el espanto

y el ditirambo nuevo que este día le canto.

Otrora lo cantaron el árabe y el persa.

Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia

como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.

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