Opinión | La Bodeguilla

Políticas veraniegas (III)

La figura de Juan Marín sigue dando juego por mucho que le entregara el otro día sus competencias a tres consejeros del PP: Antonio Sanz, José Antonio Nieto y el independiente Arturo Bernal

El exvicepresidente andaluz Juan Marín elabora sus torrijas en un programa de Canal Sur Televisión que fue emitido la semana pasada.  | EUROPA PRESS

El exvicepresidente andaluz Juan Marín elabora sus torrijas en un programa de Canal Sur Televisión que fue emitido la semana pasada. | EUROPA PRESS / Cristóbal G. Montilla

En La Bodeguilla se ha vivido con mucha expectación la aparición televisiva de Juan Marín como ‘maestro torrijero’. Uno de los clientes dio por hecho que estaba haciendo las oposiciones para Masterchef. Y otro contrastó la gracieta apelando al buen recuerdo que le dejaron varias conversaciones con el exlíder andaluz de Ciudadanos.

Culebrón sanluqueño

En una Junta de Andalucía sin vicepresidente, la figura de Marín sigue dando juego por mucho que él le entregara el otro día sus competencias a tres consejeros del PP: Antonio Sanz, José Antonio Nieto y el independiente Arturo Bernal, afín a Elías Bendodo. La tinta derrochada la pasada legislatura sobre un posible aterrizaje de Marín en el PP parece una telenovela con incontables capítulos. Un culebrón que no sería turco ni venezolano, sino sanluqueño. Como el político que ahora se entrega a una parada biológica. Y un poco sevillano-malagueño por aquello de que Juanma Moreno no tiene problema en fomentarlo desde San Telmo. Y nunca cierra la puerta cuando salta a la palestra una futurible vinculación a su Gobierno de este gaditano aficionado a la elaboración de torrijas y a los entrenamientos que divisan una red de voleibol.

Juanma y los cordobeses

El hecho de que en Córdoba el PP lograse un resultado cercano al 45% de los votos, casi tan contundente como el de Málaga, ha llevado a Juanma Moreno a ampliar la apuesta que venía haciendo por los ‘populares’ de la provincia cordobesa. Al igual que ya quedó claro en los congresos del partido cuando le concedió protagonismo orgánico al entonces delegado de la Junta de Andalucía allí, Antonio Repullo, o al alcalde de la capital, José María Bellido, ahora ha reforzado el vínculo en la política institucional. Sin ir más lejos, el cabeza de la lista cordobesa del PP el 19J y exconsejero de Salud, Jesús Aguirre, ha sido nombrado presidente del Parlamento de Andalucía. Además, aunque parecía que José Antonio Nieto había sido sacrificado de la candidatura por ‘casadista’, al exalcalde cordobés y portavoz parlamentario del PP en la anterior legislatura le ha caído la Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública. También ha fichado al ex rector cordobés José Carlos Gómez Villamandos como consejero de Universidad, Investigación e Innovación. Y se da la circunstancia que otra independiente, la titular de Empleo, Empresas y Trabajo Autónomo Rocío Blanco, nació en Córdoba aunque lleva bastante tiempo afincada en tierras malagueñas. Y ahí no se queda el apego de Moreno a lo cordobés. Todo apunta a que, tras la cercana renovación del PP andaluz, Antonio Repullo pasará de coordinador general a secretario general y se convertirá en su número 2 a nivel orgánico. Sustituiría a Loles López, a la que se le han encomendado las políticas sociales andaluzas como consejera. Y, de hecho, a Repullo se le está dando un protagonismo que quedó claro el pasado viernes durante la inauguración de la Escuela de Verano del PP en un hotel costasoleño. Parece que se está ensayando con él para la sucesión, al igual que sucede en Málaga con Patricia Navarro, quien prácticamente ya ejerce como presidenta provincial del PP con vistas al relevo de un Elías Bendodo que se dedicará ‘en cuerpo y alma’ a sus menesteres en la madrileña calle Génova.

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