Opinión | LA SEÑAL

El secreto de la banana azul

Si a alguien no le gusta el anteproyecto de ley de secretos oficiales -como sucede con los nacionalistas, los podemitas o el PP- es porque no tiene educado el gusto. No cabe otra. Ahora que Bolaños, y no Defensa, se encarga de este negociado, el Gobierno podrá alargar hasta los sesenta y cinco años el velo de los cincuenta actuales de los altos secretos, así que a los que disienten… hemoal, pomada rectal. ¿No es acaso la transparencia una de esas palabras mágicas que a tantos encanta?, pues aquí la tienes, próxima al BOE. Además, la curiosidad es un vicio, ¿qué queremos saber?, si lo que debemos saber ya nos lo dice el Gobierno, lo demás es malsano o ganas de enredar. Lo que se oculta es por nuestro bien, entendámoslo. Hay cosas que no se cuentan y mueren en el corazón, decía Alejandro Sanz, pues eso.

Pero no nos vayamos del anteproyecto, algo así como un feto, a la inflación al 10,8 por ciento, la máxima en 40 años, porque eso sería tanto como ir de Guatemala a Guatepeor. Hablemos de otra cosa. Umbral. El frío de una vida, de Anna Caballé, revisión que descarna algunas incógnitas, es una interesante lectura cuando la familia se va a la playa/piscina y eres el amo en el salón en penumbra y por debajo de veintisiete grados. Hasta la temperatura. Antes, lo que hay que comer (chuletas, no), y lo que hay que decir. El Gran Hermano redivivo es cada día más duro… Pero lo que no acepto es la vida sin mí.

Ahora lo que me preocupa son los extraordinarios parecidos -coincidencias, me apuntan en el café- entre el Papa y Olona. El primero viaja en silla de ruedas a Canadá, pero no se atreve a ir a Ucrania, la de Vox dice que deja la política por prescripción médica, pero no la Abogacía del Estado, por lo que se ve hay enfermedades que distinguen unas dedicaciones y otras. Eso sí, Macarena puso a parir (un decir) a Adriana Lastra porque dimitió de vicesecretaria socialista pero no dejó el escaño. Mienten como bellacos, aunque unos más porque son más charlatanes, no por otra cosa. Menos mal que el Gran Faro de Occidente, el presidente Biden, que acaba de despertar de una larga siesta, sigue frenando la economía de su país, así el PIB USA cayó en abril-junio por segundo semestre consecutivo, con lo que, según la definición más extendida, está en recesión, lo que es otro secreto, aunque a voces, pero al viejo Joe todo se le perdona, el malo es siempre el otro, recordamos el tercer acto de La Valkiria, de Richard Wagner, con el ataque de los helicópteros norteamericanos al mando del teniente coronel Bill Kilgore (Robert Duvall).

Pero, como «en todas casas cuecen habas; y en la mía, acalderadas» (El Quijote II, 13), la mayor concentración de riquezas e industrias en Europa, que se sitúa alrededor de una franja que conecta el norte de Italia con los puertos holandeses, pues también se desinfla, es la banana azul, un corredor económico con fronteras de seis países, lo que pasa es que la ampliación al este y el declive industrial señalan el final de este feliz suspiro económico.

Me interrumpe mi comensal invitada para decirme que nunca había visto contar en España los muertos por una ola de calor (y por miles) pero que, sin embargo, los fallecidos del Covid se numeraban más lentos y mal, como con desgana, y que eso se debe… y entonces sale del restaurante secreto Javier Ferrer y le saludo con la alegría de verle, y lo digo porque hace muy poco que se nos fue José García Pérez, partícipe durante muchos años de la Tertulia del Congreso de Málaga, y hasta poeta entre la UCD y el PA, descanse en paz. Nunca se nos dejan de ir amigos, pero venir, lo que se dice llegar, más pocos…, hasta que nos vamos nosotros, cosa de todos los tiempos. Otro que tampoco estará ya más por aquí es Ayman al-Zawahiri, pero no lo lloro. Miguel de Unamuno lo veía así:

Dime qué dices, mar, qué dices, dime!

Pero no me lo digas; tus cantares

son, con el coro de tus varios mares,

una voz sola que cantando gime.

Ese mero gemido nos redime

de la letra fatal, y sus pesares,

bajo el oleaje de nuestros azares,

el secreto secreto nos oprime.

Suscríbete para seguir leyendo