Opinión | En corto

«Aquellos fuegos de 2022»

¿Importa que los fuegos artificiales sean tan efímeros como ilusorios, y al concluir dejen solo una informe nube de humo? Se supone que su nombre da cuenta ya de lo que son: artificio, o sea, ni siquiera verdad en cuanto arte; pero esto es solo un prejuicio de quienes piensan que una verdad, para serlo, ha de ser eterna. Un gran espectáculo de fuegos artificiales puede quedar grabado en la memoria sensual de los que los han gozado, iluminando con destellos, colores, juegos, despliegues y recogimientos un rinconcito de su mente, efímera por naturaleza. A fin de cuentas la eternidad dura lo que el cerebro del que ha intentado concebirla. Los fuegos más brillantes de la historia de una ciudad –anteayer- pueden pasar a formar parte de esa historia, y no deja de ser justo que así ocurra, como expresión que son de la fugaz redención por la belleza de las devastaciones de la guerra y el fuego.

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