Opinión | Málaga de un vistazo

No habrá paz para los malvados

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, visita Izium

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, visita Izium / -/Ukrainian Presidential Press O / DPA

Cuanto más dura una guerra más lejos está el final, pasa un poco como en aquellas típicas escenas de película en las que un personaje corre y corre por un pasillo hasta una puerta que se mantiene siempre a la misma distancia, ignorando el esfuerzo o las ganas por alcanzarla. No creo tampoco que en esta guerra entre Rusia y Ucrania, Putin contra Zelenski o contra Occidente o contra todo, alguien se esté esforzando demasiado en terminarla pronto, puede que únicamente los soldados o los pueblos de cada lado, pero desde luego no los artífices, los que iniciaron el conflicto parece que siguen aún más enfrentados. Además, nadie termina una guerra voluntariamente sin perderla o ganar antes, y de momento ninguno parece haber hecho el último movimiento, salvo todos los muertos.

Aunque Putin parece perder el poco apoyo internacional y la batalla de la opinión pública, no se espera que dé un paso atrás en esta barbarie. De hecho, esta semana se aprobó la movilización de cientos de miles de reservistas hacia la guerra, muchos ya emprendieron el camino de huida, otros tanto no encontrarán el de vuelta, y el resto vivirán siempre con el recuerdo del horror entre sus manos. La palabra nuclear sobrevuela estos días las noticias como una posibilidad que Putin quiso dejar caer, probablemente para subrayar su poder más que para echarle mano, pero igual que pasa en las películas: hay que tener cuidado con los elementos que aparecen en los diálogos porque terminan por cambiar el guion. Mientras tanto, no muy lejos ni alejados del conflicto entre estos dos países vecinos y casi hermanos, Europa pasa de puntillas, pero tropezando en cada paso, y las consecuencias de esta guerra que ya lleva lo menos 7 meses -si no 8 años- pintan un horizonte de problemas que amenaza con devorarnos. Nadie sabe cuándo terminará esta guerra, ni quién se acabará enfrentando.

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