Opinión | En corto
El fantasma de la libertad
Está en la historia de la infamia que en muchas guerras se apele a valores sacrosantos y tradicionales, justificando así golpes, invasiones, expolios y asesinatos. En España las casi recién nacidas libertades fueron extirpadas al final del primer cuarto del S. XIX por un ejército francés (los Cien Mil Hijos de San Luis), conectado con la Santa Alianza, nacida, por cierto, por inspiración del Zar. El argumento era el riesgo de contagio. El caso de Franco fue distinto, primero dio el golpe con el auxilio decisivo de ejércitos extranjeros (Alemania, Italia y la carne de cañón marroquí) y luego montó la Cruzada buscando justificar tanta sangre vertida. Lógicamente entre los valores sacrosantos no está la paz, salvo la de los cementerios. Fracasado su ejército convencional, Putin, para subir la apuesta, ha echado mano de la vieja y apestosa receta, poniendo a Occidente en la diana.
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