MÁLAGA DE UN VISTAZO

Elon Musk

Mandar al paro a unos cuantos es la mejor manera de hacer ver quién manda a los que se quedan

Ilustración con la foto de Elon Musk en un smartphone sobre logotipos de Twitter

Ilustración con la foto de Elon Musk en un smartphone sobre logotipos de Twitter / DADO RUVIC

Jordi Cánovas

Jordi Cánovas

Elon Musk tiene tanto dinero que un día mientras desayunaba decidió comprarse Twitter, como quien se compra el periódico del día, una botella de agua o unas zapatillas. Es verdad que poco después parecía arrepentirse, al fin y al cabo, los multimillonarios tienen la manía de seguir siéndolo, y no les gusta meter dinero en un sitio del que no saldrá mucho más. Y debieron advertirle de que no era un buen negocio porque se propuso dar marcha atrás poco después de armar un revuelo con la noticia. Pero la broma podría haberle costado cara, tras la denuncia interpuesta por la propia compañía, en la que se le acusaba, entre otras cosas, de hacer perder valor a los accionistas con su amago, quién sabe qué precio hubiera tenido que pagar por no haberlo comprado, dinero por nada a cambio, así que decidió comprar Twitter, pero esta vez de verdad, pagando 44 mil millones de dólares, eso le costó el desayuno aquella mañana de finales de octubre. Y ahora pues es el dueño también de la dinámica y agitada red social. Tan dueño que ya puede hacer lo que quiera, como echar a los que más le estorban en la cúpula o anunciar que despedirá a 4.000 empleados más, que serán 4.000 empleados menos en general; por lo visto mandar al paro a unos cuantos es la mejor manera de hacer ver quién manda a los que se quedan. O lo mismo sabe muy bien que sobran nada más entrar, no hay que olvidar que hablamos del hombre que pretende habitar Marte, no él mismo, en principio, lo mismo manda a esos 4.000 que ahora le molestan en su estrenada adquisición. Otra cosa que quiere cambiar es la política de suspensión de cuenta, tal vez para protegerse de que se la suspendan a él, visto lo que es capaz de escribir y borrar -eso sí- tras la polémica.