Diálogos en el museo

La música de autoras del siglo diecinueve hasta nuestros días coprotagonizaron el tercero de los programas reservado al espacio privilegiado del patio del Museo Málaga que organiza la Orquesta Filarmónica de Málaga del ciclo Las Mañanas del Museo. Para la ocasión el excepcional dúo que forman el piano de Cornelia Lenzin y el saxofón de Elisa Urrestarazu retomaban el proyecto que iniciaron en dos mil diecinueve, Women Composers entorno al cual giran partituras escritas u adaptadas por compositoras para una formación tan concreta como es el dúo piano y saxofón; exigente en empaste en lo técnico, y que reclama un contínuo diálogo y equilibrio en lo artístico.

Romance, Op. 23 de la desconocida Amy Beach compositora estadounidense de mediados del diecinueve fue la encargada de abrir el recital ante un auditorio, que a pesar de lo complejo del concierto, abarrotaba el escenario ideal de La Aduana. Partitura de tonos líricos sobre un tema que evoluciona en complejidad hasta desvanecerse y donde el piano de C. Lenzin adopta un papel discreto frente a la línea melódica establecida por el saxo de E. Urrestarazu. Página que conecta en ánimo con Chant lyrique para saxofón alto y piano de la compositora francesa F. Decruck.

Articulada en cinco tiempos la Suite Tableaux de Provence de la compositora P. Maurice representa una serie de imágenes que retratan la cultura y el paisaje de la Provenza francesa. Aunque escrita para orquesta y saxofón la adaptación para dúo piano-saxo así como el carácter contratante entre tiempos dota al piano un marcado carácter sinfónico y confiere intimidad al saxofón. El tono danzante continuó con la única mujer miembro de Les Six, Germaine Tailleferre. De la autora de la Suite Burlesque, Lenzin y Urrestarazu leyeron las Trois danses de la nouvelle Cythère. Armada en tres tiempos destaca el primer tiempo de notas ágiles y nerviosas en contraste al motivo central de tonos pausados y líricos para dar paso a la conclusión nuevamente agitada y exigente en el saxo de E. Urrestarazu.

El estreno de Comme le ciel para piano y saxofón de la compositora letona Anita Mieze fue otro de los momentos destacados del recital. La obra sirve de excusa para ahondar en la idea del sonido, su percepción e incluso lo efímero del mismo para lo que la autora no duda en preparar el piano y buscar nuevas sonoridades en el saxo con la idea de fusionar ambos instrumentos con un sentido circular e irrepetible en conversación con los sonidos que brotan de la arquitectura del espacio escénico, el exterior o el viento que agitaba las copas de las palmeras del patio.

Cerraba el concierto una página de la compositora rusa Ida Gotkovsky, Brillance. Escrita en tres partes, no esconde su escritura danzante y agitada de los tiempos extremos para dejar en el centro un motivo lírico de gran factura leído por Lenzin y Urrestarazu. 

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