Doble programa para el comienzo de la temporada

Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga.

Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga. / Daniel Pérez / Teatro Cervantes

Alejandro Fernández

Alejandro Fernández

Málaga - Teatro Cervantes

R. Leoncavallo. Pagliacci. P. Mascagni. Cavalleria rusticana. Alejandro Roy, Carmen Solis, Dalibor Jenis, Carlos Daza, Leonardo Sánchez, Marina Rodríguez-Cusí y Cristina del Barrio.

Dirección de escena: Francisco López.

Dirección musical: José María Moreno.

26 de Noviembre de 2022

Dos grandes títulos del repertorio verista protagonizaron el comienzo de la nueva Temporada Lírica del Teatro Cervantes de Málaga con una nueva coproducción escénica del jerezano Teatro Villamarta y el Teatro Principal de Palma de Mallorca completada con la producción musical del Teatro Cervantes de Málaga. Se trata de un modelo con vocación sostenible que viene ofreciendo resultados atractivos en lo escénico apoyado por la experiencia -y garantía- de la dirección escénica de Francisco López que regresaba al Cervantes tras el cuestionable trabajo escénico presentado por A. Bernard del Trovatore pasado. López propicia el movimiento escénico y facilita el trabajo de canto del elenco y del conjunto coral, algo muy de agradecer si se considera la cantidad de actuantes del pasado día sobre las tablas del coliseo malagueño.

La falta de equilibrios resume, en lo puramente musical y vocal, este primer título de temporada que tendría su reflejo en el conjunto orquestal, masa coral, solistas y dirección musical defendida por el maestro José María Moreno desde el foso. Vectores que lejos de confluir, transmitían la sensación de bloques independientes alejados del punto de emoción y de las expectativas creadas. Así en la lectura defendida por el conjunto sinfónico se impuso una línea monótona que el oyente debía compensar con la memoria sonora de estos dos títulos en programa. Es en este punto donde entra en juego el podio, la emisión no respiraba, no había espacio a la inflexión, al acento y sí cierto atropello que unida a la inolvidable “gala lírica” del pasado día once ha confirmado la necesaria reflexión que se impone..

También se apreció tensa la participación del Coro de Ópera más sólido en Pagliacci que en Cavalleria Rusticana que lo aleja del resultado del “Regina Caelis” de la última reposición del inmortal título del compositor de Livorno con momentos si bien solventes y de escaso resultado y lo más preocupante, restó lucimiento al trabajo ideado por su directora Mar Muñoz Varo. Por su parte, la escolanía Pueri Cantores que dirige el maestro Antonio del Pino sigue ganando enteros en la doble exigencia actoral y musical.

Centrados en el elenco solista y muy especialmente en el trío protagonizado por el tenor Alejandro Roy, la soprano Carmen Solís y el apreciado barítono Dalibor Jenis también se vieron afectados por estos desequilibrios anotados. El tenor español Alejandro Roy fue sin parangón el gran hacedor de esta premier. Roy firmó un Canio sólido, generoso en emisión apoyado por un fraseo aliado aunque algo menos pulcro en cuanto dicción. A pesar del esfuerzo vocal que supuso para el cantante Pagliacci, Roy dibujó enteros en Cavalleria mostrando menos capacidad actoral en esta última.

Carmen Solís cierta fragilidad en lo canoro caracterizando su participación por el exceso de vibrato a pesar de ser dueña de un instrumento solvente en emisión y en capacidad técnica. Cerraba el trío solista la voz del barítono Dalibor Jenis, soberbio, elevado y seguro en lo actoral especialmente en Cavalleria, para firmar en lo musical la deseada decisión que debió caracterizar el resto de voces solistas.

Precipitación, inseguridad y un deseable punto de concentración definen este primer título de temporada que aun moviéndose en los estándares de calidad que viene aportando el Cervantes distinguió la diferencia entre lo meramente entretenido y lo emocionante.