Viento fresco

El piar se va a alargar

El nuevo dueño de Twitter plantea ampliar a 4.000 los caracteres posibles en un tuit. Adiós a la concisión

Elon Musk.

Elon Musk.

Jose María de Loma

Jose María de Loma

Buena noticia para los que faltaron el día que repartían la capacidad de síntesis. El nuevo dueño de Twitter quiere acabar con el limite de 280 caracteres por tuit (ah, qué tiempos cuando solo eran 140) y pasar a 4.000.

Se avecinan chapateguis, discursos, proclamas, verborreas, metralletismo verbal incontrolable. También acabará con los hilos, esa forma de hilar, valga la redundancia, un tuit con otro, encadenados y así decir algo de forma más larga. En fin, por usar pocos caracteres: Elon Musk va contra la propia filosofía de Twitter. Adiós a la concisión. Ahora tal vez el tuit de alguien puede ocuparte toda la pantalla del móvil. Las réplicas pueden ser eternas. Los monólogos van a abundar más que las setas. Musk va explicando en Twitter lo que quiere hacer con Twitter, pero en realidad no parece tener muy claro cuáles son sus intenciones. Salvo una: ganar dinero. Es una intención que se puede expresar corta y condensadamente. En cualquier caso, la red del pajarito (los pajaritos pían, no dan gritos de 4.000 caracteres) no obliga a nadie y lo de ampliar el texto del tuit no es obligatorio. Eso sí, será tentador para esos espíritus partidarios de explayarse, creedores de que han de repetirte las cosas, incapaces de economizar lenguaje.

No estoy seguro de la relación entre brevedad e ingenio, parece que existe, pero lo claro es que, por ejemplo, cuanto más cojonuda es una noticia más corto es su titular. Estalla la guerra. España halla un remedio contra la ira. Rusia bombardea Kiev. Si necesitas varias líneas, la cosa empeora o es noticia regulati o una cita o alguien tiene apellidos largos y se ha subido al titular. También los chistes cortos son los más graciosos.

No es esto un elogio de la parquedad. En coherencia, si lo fuera, ya le irían sobrando unas cuantas líneas. Vivíamos muy bien sin Twitter (bueno, creo recordar), luego vivimos con el Twitter y ahora no sabemos si nos lo van a quitar, cambiar, permutar o pervertir. No descarten que no pidan dinero. Aunque los que quieren sacártelo no suelen ser breves. Tienen mucho rollo.

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