En corto

Lo primero en política

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Las pruebas decisivas de una inteligencia son el humor y la humildad (misma raíz, tal vez). En cuanto al primero: solo tomándose uno mismo a risa entenderá su papel en el plan. Sobre la segunda: solo quien es capaz de comprender (intelligere) y asumir cuál es el destino final de toda vanidad y engreimiento, sacando las consecuencias debidas, está en condiciones de entender el resto de las cosas. El problema de la humildad es que, a diferencia de la vanidad y la soberbia, es muy poco contagiosa. El engreído se alimenta de su propio engreimiento, encerrándose con él en un recipiente estanco, blindado ante cualquier mensaje exterior que pueda poner en peligro su autoestima. Hay gente con ésta tan densa que le acaba nublando la inteligencia. La política está llena de personas encantadas de haberse conocido, pero incluso en estos casos simular humildad es una dieta de supervivencia.

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