Tierra de nadie

Cómo llegar

Felipe VI pronuncia su discurso de Nochebuena

Felipe VI pronuncia su discurso de Nochebuena / Ballesteros

Juan José Millás

Juan José Millás

He intentado que ChatGPT me escribiera un texto políticamente incorrecto sobre asuntos de diversa naturaleza, pero no hay forma de sacarle de sus casillas ni de que diga algo que se halle fuera del consenso general. Hace falta mucho talento para mantener su grado de neutralidad, lo que me reafirma en la sospecha de que la inteligencia artificial se hace la tonta. La gente que se hace la tonta tiene éxito porque todo el mundo la deja pasar en la convicción de que no llegará lejos. Franco conquistó la jefatura de la banda armada que nos sojuzgó durante 40 años porque sus compañeros de milicias pensaban que era medio lelo, idea que él, astutamente, cultivaba. Dejadle que se estrelle, decían, y luego entraremos nosotros. No se estrelló y no entraron.

Los tontos listos les comen la merienda a los listos tontos, de ahí que los tontos listos puedan llegar a presidentes de la Coca Cola y de los EEUU. Pero no es que ChtaGPT no tenga opinión, sino que prefiere mostrar la previsible (u oficial) tanto si le preguntas acerca del IVA como del monóxido de carbono. Mencionar el monóxido de carbono sin tomar partido es muy difícil, pero ChatGPT lo logra, créanme. Si me preguntan a mí, que soy un bocazas, enseguida me pongo a hablar de la muerte dulce que produce su inhalación. Lo cuento de tal modo, en fin, que parece que estoy haciendo apología de este gas venenoso, por lo que enseguida me tachan de radical. No sé contarlo de otro modo, qué le vamos a hacer, porque carezco de las virtudes diplomáticas del ChatGPT.

La inteligencia artificial no se moja, que es lo que hace falta para presidir consejos de administración, bancos y tronos. Uno puede salir a la vida siendo el cuarto en la línea de sucesión de un reino, pero si eres un botarate como Froilán, no llegas a nada. Lo importante es saber estar y para saber estar hay que aprender a hablar sin decir nada, como el Rey en el discurso de Navidad. Es cierto que los reyes no necesitan llegar a más porque no hay nada después de la monarquía, pero necesitan mantenerse y, para mantenerse, nadie como ChatGPT como autor de los discursos oficiales.

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