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El siguiente paso

No estamos tan lejos de ellos, por eso ganamos en Valencia. Pero no es suficiente. Necesitamos alguna victoria de esas más para que toda la ACB sepa que Unicaja está de vuelta

El Unicaja arrolló ayer al Breogán

El Unicaja arrolló ayer al Breogán / Gregorio Marrero

Francis Tomé

Francis Tomé

Todos estamos de acuerdo en que este Unicaja ha despertado ilusión en la ciudad. Un equipo muy coral en el que es necesario que todos aporten sus virtudes en el juego, diferentes unas de otras, pero sin escatimar en esfuerzo y energía. Un equipo con sus carencias, como esos problemas para jugar cinco contra cinco o cuando no anotan de tres puntos. Pero también con sus virtudes, como esa defensa usando las manos de manera magistral siendo capaces de ser de los equipos de la liga que más balones recupera, o su juego a campo abierto.

Unicaja ha normalizado ganar. Ha conseguido que la afición o la prensa ya no piensen que se puede perder contra equipos con presupuesto muy por debajo al del club del abanico. Se sigue hablando con respeto de todos los rivales, pero no con miedo y se está convencido de que, aun no habiendo partido fácil, el Unicaja sacará la victoria. Lo ha logrado hasta no haciendo partidos brillantes. Esto en estos últimos años era impensable y el equipo nos acostumbró a perder más que a ganar.

También se ha conseguido competir contra los grandes equipos. Incluso se ganó en Valencia. Se compitió en partes del partido contra Real Madrid y Baskonia, pero sin opciones reales de ganar. Bien es cierto que estos dos partidos fueron muy hacia el inicio de la competición y el equipo malagueño todavía no estaba preparado para dar su mejor versión. Ahora, más rodado y con una idea de juego más clara, no se ha ganado a Barcelona y Tenerife, pero se ha competido mucho más tiempo contra ellos y se han tenido opciones reales de alcanzar la victoria.

Estos dos partidos tuvieron un aspecto en común: cuando el marcador y el juego eran favorables a Unicaja hasta el punto de pensar en ganar, creo que faltó respeto por parte del arbitraje. Es seguro que no se perdieron ambos partidos por razones arbitrales. Muchos detalles que propusieron nuestros rivales decantaron el partido a su favor. Pero sí pienso que se tomaron decisiones que perjudicaron a Unicaja y que le impidieron seguir peleando por llevarse estos dos partidos.

Y este es el siguiente paso que debe dar el equipo, recuperar ese respeto arbitral en los partidos más importantes de la temporada. ¿Cómo? Siendo capaces de ganar a alguno de esos ‘grandes’ de la liga sin contar con el factor arbitraje. Sin duda que el reto no es sencillo. Ya es difícil ganar a estos equipos, mucho más difícil es hacerlo sabiendo que tu contrario cuenta con un respeto arbitral que tú no tienes. Pero no hay otra. Para empezar debes conseguir que el arbitraje no te descentre o te saque del partido cuando sientas que te perjudica o te trata de una manera diferente al rival. Esto sucedió en Barcelona y lo pagamos con creces.

No estamos tan lejos de ellos, por eso ganamos en Valencia. Pero no es suficiente. Necesitamos alguna victoria de esas más para que toda la ACB sepa que Unicaja está de vuelta y que está dispuesto a pelear con los mejores como hacíamos hace unos años.

En este reto de ganar a los más grandes, aun sabiendo que tu rival tiene mayor respeto arbitral que tú, será fundamental el Carpena. Digo esto porque en la segunda vuelta por Málaga pasarán Baskonia, Barcelona, Valencia y Tenerife. Esta temporada la afición está demostrando no solo que entiende de baloncesto que es algo que ya sabíamos, sino que es capaz de apretar y empujar al equipo cuando lo necesita. Como lo hacía cuando el equipo era campeón. Ese empuje será muy necesario para ganar a alguno de estos equipos que llevan años dominando la liga.

Sin duda que lo que se ha conseguido es mucho y en muy poco tiempo. El equipo tiene el respeto de la competición, ya no se pierde con rivales más débiles a priori y es capaz de ganar en todas las canchas de España. Hasta tenemos ese respeto de los grandes que tienen claro que ganarle a Unicaja ya no es tarea fácil porque los malagueños son capaces de igualar su ritmo e intensidad. El siguiente paso es ganarles de verdad. Solo así conseguiremos un respeto arbitral que se perdió en estos años a la deriva pero que estoy seguro volveremos a tener pronto para ganarles también en sus canchas. Nadie dice que el reto sea sencillo, pero el equipo está capacitado. Sólo así conseguiremos recuperar ese sitio privilegiado en el baloncesto español que Unicaja nunca debió perder y que, por fin, vemos más cerca ocuparlo de nuevo.

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