Esta semana se supo que Domas Sabonis repetirá convocatoria en el partido de las estrellas de la NBA. Esta es una noticia que el propio Domas con su juego, temporada tras temporada, está haciendo que no sea sorprendente. Es claramente uno de los mejores pívots de la mejor liga del mundo y tiene su lógica que sea convocado.
Pero este razonamiento no nos tiene que quitar el orgullo de tener a un malagueño en el All Star. Es cierto que Domas es lituano y que defiende a esa selección cada vez que hay una competición internacional en la que participe Lituania. Llamándose Sabonis es impensable lo contrario. Pero es que, además, su familia le habrá inculcado el amor a ese país desde pequeño, entiendo yo. Pero no es más cierto que Domas se ha criado en Málaga, o para ser más exactos, en Torremolinos. Ha pasado aquí toda su infancia y adolescencia, hasta que cumplió los 18 años que cruzó el charco con destino a la Universidad de Gonzaga para seguir su formación académica y combinarla con la deportiva.
Él es un producto de Los Guindos, donde primero jugó toda su etapa de canasta pequeña. Después pasó a formar parte del Unicaja, donde estuvo casi toda su etapa de cantera pasando por todas las categorías. Él de pequeño era un jugador totalmente exterior. No era muy grande con respecto a otros niños de su edad. Podía parecer que iba a ser el más pequeño en estatura de sus hermanos pero poco a poco fue cambiando su cuerpo y ya en cadetes jugaba más como «cuatro» que como un jugador exterior.
Con nosotros estuvo el año de LEB Plata siendo él todavía júnior de primer año. Aquella temporada decidimos hacerlo jugar todo el año de alero porque pensábamos que de esa manera le beneficiaríamos en un futuro al mejorar su visión de juego, su uno contra uno exterior, su tiro y su defensa teniendo que defender a jugadores más pequeños y más rápidos. Sólo lo utilizamos de «cuatro» en los play off semifinales y final de aquella competición.
Él todavía iba al instituto y era el más pequeño en un equipo que era muy joven. Era gracioso verlo llegar a Los Guindos en ese cochecito sin carné donde apenas cabía. O esos piques diarios con su hermano Tuti por ganar en cada entreno. Era un niño muy callado, pero nada tímido en la pista. Era un competidor y un ganador. Y muy valiente. Nunca se arrugó por jugar contra gente que era mucho mayor que él.
La temporada siguiente, siendo todavía júnior, pasó a formar parte toda la temporada del primer equipo. Él siguió creciendo y su cuerpo volvió a cambiar ese verano. Ya hacía 2.10 más o menos y pasó a jugar de pívot. Seguía yendo a entrenar al Carpena en su cochecito y seguía sin doblar sesiones por ir al instituto. Allí en el Carpena nos sorprendió a todos cómo fue capaz de ganarse el respeto de todos sus compañeros trabajando diariamente con la misma energía. Él no era el júnior del equipo que estaba allí para ayudar. Era uno más del equipo y lo demostraba a diario en cada choque o en cada defensa.
Recuerdo el día de su debut que le hicieron una falta y tenía dos tiros libres. En el primero tiró una pedrada. El segundo creo que lo metió. Al terminar el partido le dijo a sus compañeros del Clínicas: «Estaba muerto de miedo. El primero lo tiré solo a que tocara el aro como fuera».
Pues aquel niño enorme de grande y fuerte, rubio lituano pero con acento andaluz, está haciendo un carrerón en la NBA. Ya totalmente asentado en la posición de pívot, compite contra los mejores del mundo en esa posición y haciéndose un hueco en un baloncesto donde el pívot cada vez es más exterior o incluso hay franquicias que deciden apostar por jugar sin un referente interior.
Pues sí, uno de los nuestros jugará un año más el All Star de la NBA. Como todos sabéis, es un partido que es más un espectáculo y que nada tiene que ver con el verdadero baloncesto que se juega cuando llegan los play off, que es cuando se ve básket del bueno. Pero solo por el hecho de ver a Domas en ese partido tan histórico rodeado de los mejores, ya merece la pena no dormir la noche que se disputa el All Star. Y es que todos los días no juega un partido como ese uno de los nuestros…