Una gran compañía sabe que hay otras rentas

El dinero es un animal rastrero con sus propios instintos, en especial buscar los mejores comederos para crecer y multiplicarse. Coloque un euro en un campo de fuerza de rentabilidad y ya sabe a dónde ir. El rentista facilita las cosas para ese movimiento, pero no mucho más. En cambio un empresario (o al menos la idea de empresario de los no empresarios) se supone que busca también otras rentas, sin dejar la prioridad de dar pasto a su bicho. Cierta gran compañía multinacional USA de amplio espectro basaba su prestigio en esas otras rentas, que vinculaba al equipo humano de la empresa, la comunidad en que se asentaba y hasta al entorno natural. Había algo de imagen, pero lo practicaba más o menos, pues le daba estabilidad, crédito y réditos. La compañía siguió ganando altura y prestigio, mientras muchos rentistas deslocalizados se acababan mimetizando con su animalito, a ras de suelo.

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