Cartas de los lectores

Miguel Sánchez Trasobares

¿INEVITABLE?

 En la sociedad de hoy día cada vez resulta más frecuente que el ruido camine a sus anchas, lamentablemente. Porque, al producirse en la mayor parte de las poblaciones -sobre todo- una excesiva cantidad de sonidos de gran intensidad y perdurabilidad de manera ¿inevitable?, se ocasiona una grave contaminación sonora que produce daños irreparables en la salud y en la calidad de vida de los ciudadanos que las habitan. No se requieren precisamente dotes adivinatorias para detectar que -entre otras- el transporte, la construcción, la industria, el tránsito vehicular, los reproductores de audio con auriculares a volúmenes muy elevados así como la proliferación de los teléfonos móviles, son los principales agentes causantes del malestar acústico existente en la actualidad. Así que, para no lamentarnos vanamente de que nos han podido sobrevenir importantes problemas de audición, se hace absolutamente imprescindible una cultura de prevención de riesgos auditivos ¡ojo! a las personas de todas las edades y niveles socioeconómicos, enfocada fundamentalmente en chequeos constantes y especializados.