LA SEÑAL

Parecían boquerones y eran tiburones

Vicente Almenara

Vicente Almenara

La sucesión es interminable, ahora el comisario de Fuengirola. Ya veremos cómo termina, hoy es inocente. Igual que Francisco Camps, ex presidente de la Generalidad valenciana, once años de juicios y de las consiguientes absoluciones, y ahora está en el último. Un buen tío, tituló su libro un colega valiente. Pero, en todos los casos, el daño está hecho. Otros, de inocentes nada, caso del ex presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, pepero, condenado a tres años, al que podemos ya ponerle el adjetivo. Es verdad que se torea como se es, pero también como se está, dice el diestro de la mala suerte Manuel Pérez Matos. Algunos, como Fandiño o Barrio, sin embargo, mueren en la plaza, también Rita Barberá.

En demasiadas ocasiones la política nacional se parece a un puti club malo, de carretera, con un camastro en cualquier parte, ahí está el gachó Berni, aunque con visa oro, y es que parecen boquerones y son tiburones. Es verdad que ya se encarga la prensa pulp de que parezca otra cosa, como la señora que llega a la mañana siguiente y pasa la fregona por la suciedad del local, reordenándola. Con Leopardi habría que apuntar que no sé qué prevalece, si la lástima o la risa. Es nuestro cabaré y lleva la marca España.

Lo que fastidia es que muy cerca de ti, hay alguien que maquina cómo ganar pasta a tu costa, unos que van de paisano pero que trabajan para el Estado, otros que van también de paseo y trabajan para sí, ¿cuáles son peores?, tenemos que hablarlo tranquilos en una sobremesa del Ventorrillo del Chato. Lo que parece cierto es que el ser humano debe descubrir las cosas para comprenderlas, y a esa tarea le puede ayudar mucho la prensa libre. Pasa que la guerra de Putin ha puesto en pie en Occidente una formidable maquinaria de guerra propagandística que ni imaginamos -los otros también-, que siempre estuvo ahí, pero a medio gas, y ya no puede frenar su acelerada marcha. Por eso, los atentados al Nord Stream 1 y 2 no despiertan acusaciones de terrorismo a los culpables. Nadie se atreve a decir que Zelenski no es un San Bernardo. Decimos panamá, pero el panamá se hace en Ecuador, ya me entienden.

No hay que irse lejos. Aquí, ya se palpa la angustia del personaje, la del viejo pistolero de John Ford, que sabe que un día, que está muy cerca, llegará a la ciudad otro más rápido y entonces habrán acabado sus días. Mientras tanto, ¡ay!, Marcial Dorado era el patrón del yate en el que Alberto se fotografió, qué mal día aquel, y ahora te lo quiere hacer pagar el doctor, tú sigue con tiritas que el otro lleva una piedra.

Y, en estas, Vox elige a un ególatra para hablar de sí. Este experimento no le va a salir bien a Santiago y cierra España, es más, ya le ha salido mal, porque no se puede pedir a los ciudadanos que entiendan que no se trata de una moción de censura de Vox sino que el hartazgo es tan amplio que…, no. Me vienen a la cabeza aquellos versos de Borges a Espinoza… el más pródigo aura le fue otorgado,/ el amor que no espera ser amado. Por cierto, que se podría hablar mucho de las clases de Tamames en Económicas de Málaga, hace medio siglo, y que ahora se acaban de celebrar en los Baños y el Málaga Palacio. Él abría su libro de Estructura Económica de España y se ponía a leer y ya está, pero iban pocos alumnos a las clases porque si todo estaba en el libro para qué, mejor estamos en el bar. Rafael Esteve Secall le conoció bien. Después vino Iberplan, la pasta, y la historia es más conocida. Ahora, que estar en el PCE en 1956 -el año del invento de la reconciliación nacional por el otro Santiago- tiene mérito.

Hubo una vez un intento de quitar de en medio al susodicho, políticamente, entiéndaseme, y fue de los suyos, y Susana al frente, cual Agustina, pero cometieron el error del principiante, les dio susto la sangre, y después él volvió y los mató a todos, uno a uno, y colorín colorado… Octavio Paz solo dijo:

La palabra se levanta

de la página escrita.

La palabra,

labrada estalactita,

grabada columna,

una a una letra a letra.

El eco se congela

en la página pétrea.

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