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Conatos de incendio

El clima electoralista de este año provoca que los decibelios suban y que cada uno tome posiciones en la nave a fin de situarse mejor y barrer para casa.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. / Europa Press

Marc Llorente

Marc Llorente

El bombero Sánchez tiene siempre el sifón a mano por si es preciso echar agua a cualquier conato de incendio. Sin ir más lejos ahora mismo, en la coalición de Gobierno existe alguno que amaina y que a veces sube de intensidad. El clima electoralista de este año provoca que los decibelios suban y que cada uno tome posiciones en la nave a fin de situarse mejor y barrer para casa. Tanto el PSOE como Unidas Podemos intentarán, individualmente, rentabilizar los mejores logros del Ejecutivo.

Ha habido reproches, duros discursos y tirones mutuos de orejas. Pero el matrimonio de conveniencia, con más puntos de encuentro que de desencuentro, pese a que Pedro Sánchez no pegue el ojo algunas noches y prefiriese otros compañeros de viaje, no terminará en ruptura, sino que aguantará en pie de guerra hasta el final del último asalto, que lo marcarán las elecciones generales después de producirse, cuando quedan menos de tres meses, los comicios municipales y autonómicos. La primera prueba de fuego.

La aprobada ley del solo sí es sí, en fase de reforma, es la causante del último desacuerdo, ya que se sabe que una minoría de jueces, aprovechando algún resquicio, interpreta la norma en sentido contrario a como corresponde. Yolanda Díaz mantiene el tipo en medio de ambas fuerzas y prefiere sumar, no restar, y abrir la ventana para que se renueve el aire político. Veamos que la Fiscalía insiste, con otra circular, en que se debe atajar el problema de las rebajas de pena a agresores sexuales.

Se reforme o no esa ley una vez que avance el trámite parlamentario, «no procede la revisión de las condenas firmes cuando la pena impuesta también sea susceptible de imponerse con arreglo al nuevo marco legal», entre otras cuestiones. Consta que ha habido jueces que han calculado esas rebajas sin haber examinado todos los parámetros que incluye dicha ley. Esto no impide que las fuerzas más reaccionarias del panorama nuestro de cada día continúen pretendiendo enlodazar con objeto de conseguir réditos electorales. Unos trabajan para la gente y otros airean sus cerrilismos de diversa índole.

Evidentemente se ha abusado de las penas mínimas para hechos graves, y el mensaje de inseguridad se amplifica porque algunos están muy interesados en que sea así. Según afirma la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, «el problema no es la ley actual». ¿Son las sentencias anteriores? En cuanto a la definición del consentimiento, si se introduce en el viejo sistema se cae en la indeseable circunstancia de que cuanta más herida una mujer es más víctima. La agresión sexual no puede depender simplemente de las lesiones físicas o psíquicas.

Volviendo a los puntos de unión entre las dos formaciones que constituyen el Ejecutivo de coalición, existe la buena noticia de que los dos socios, dentro del Plan de Recuperación, han pactado un acuerdo para la segunda fase de la reforma progresista de las pensiones. Avalada por Europa, representa echar agua a la lumbre y ampliar derechos a los pensionistas y garantizar la sostenibilidad del sistema gracias al aumento de ingresos. «Valoración positiva», a juicio de UGT y Comisiones Obreras.

La creación de una cuota de solidaridad para salarios altos y otras medidas chocan frontalmente con las organizaciones empresariales por la «voracidad recaudatoria» de Sánchez. O sea, la suficiencia, la sostenibilidad, la reducción de la brecha de género o el reconocimiento de pensión más favorable para las nuevas personas jubiladas son negativas. Hay trabajadores y pensionistas pobres. Y los obstinados habituales quieren que lo sigan siendo con la intención de que la flor y nata tenga más y más señorío. Sí. Es necesario apuntar con el chorro de un sifón a los humos del peor conservadurismo. Que desdibuja la democracia y únicamente aporta mucho ruido y nulas nueces.

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