MÁLAGA DE UN VISTAZO

El número Pi en el Festival de Málaga

Ignacio Hernández

Ignacio Hernández

Transito el Centro Histórico inundado de fotogramas en cada recodo por la 26 edición del Festival de Málaga. Estas imágenes fotográficas sin hacer uso de una cámara, se obtienen a través de la colocación de elementos encima de una superficie fotosensible –esta ciudad conoce bien ese plano- como una película o papel fotográfico y posteriormente expuesta a la luz directa – esta urbe la percibe sobremanera- y me abstraigo al derredor de un gentío quienes deambulan vehementemente. En pleno certamen, recuerdo que ayer se festejó el Día Internacional de las Matemáticas, si bien hasta hace poco tiempo era la jornada dedicada a la conmemoración del reconocido número Pi: 3,1416 en su versión corta; guarismo que resulta al dividir la longitud de una circunferencia por su diámetro, convirtiéndose en un dígito irracional y por ello con una cifra infinita de decimales, de los que actualmente se conocen más de 63 billones. Singular celebración la cual tiene su origen en la forma en la que se escribe el día y mes en EEUU (3/14), coincidiendo además con el nacimiento del divulgado físico Albert Einstein en 1879.

Recapacito, ceñido por una multitud a quienes observo y me contemplan, sobre el vínculo entre el cine y las matemáticas. El cinema expresa situaciones individuales y colectivas en horizontes en los que el amor, el trance, la ironía o la aventura… nos hacen presenciar la vida a través de la imagen, los diálogos y la música. Las matemáticas permiten conocer la realidad mediante números, figuras y correlaciones, operando con un lenguaje formal y simbólico. Aparentan concernir a dos orbes dispares: la emoción frente a la abstracción; la mirada íntima y seducida contrapuesta a la verdad lógica y desapasionada aunque ambos universos convergen. Al respecto, Einstein me recuerda «No todo lo que cuenta puede ser contado. No tolo lo que puede ser contado cuenta». Radiantes días de cine.