Gateando por el filo del cuchillo

Los drones-bomba parecen un gran invento, pero son solo una copia mejorada de las bombas volantes V-1 que Hitler mandaba a Londres en la llamada Batalla de Inglaterra de la II Guerra. La cosa empezó a cambiar cuando aviadores de la RAF probaron a dar un golpecito en las aletas posteriores de las V-1 para hacerlas perder el equilibrio e irse al suelo en el campo. ¿Ensayaba el mismo juego el reactor ruso que ‘chocó’ con el dron USA? En la larga partida de Ucrania y en su réplica por ahora virtual en Taiwán la propagación del incendio que lo convierta en una III Guerra mundial con todos nosotros dentro puede ocurrir en cualquier momento, mientras estamos en el trabajo, vemos un partido o una peli en casa, paseamos al perro, hacemos el amor o saludamos la llegada de la primavera. El único consuelo, por llamarlo de algún modo, es que así de aleatoria es también la vida de cada uno.

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