Viento fresco

Ránking de felicidad

Finlandia es el país más feliz y España ocupa un discreto puesto 32

Fallas en Valencia.

Fallas en Valencia. / Biel Aliño

Jose María de Loma

Jose María de Loma

España ocupa un discreto puesto 32 en el ránking de países más felices. Sin duda, los autores del estudio están amargados. Tanto creernos el paraíso y son más felices que nosotros hasta en Estonia. El estudio, ‘Índice mundial de la felicidad’, elaborado por el Instituto Gallup concluye que Finlandia es el país más feliz del mundo.

A lo mejor son tan felices porque se vienen a España, lo cual además de ser un argumento chovinista es una gran verdad. Casi todos los finlandeses han venido alguna vez a España y un buen porcentaje de ellos tienen casa en zonas como la Costa del Sol, Alicante o Canarias, donde pasan parte del año. Dinamarca e Islandia ocupan los puestos dos y tres en felicidad, con lo cual habría que concluir que el calor no da la felicidad, ni el frío la quita. Tal vez alguien esté confundiendo bienestar con felicidad, prestaciones con alegría de vivir y renta per cápita con sentimiento. O no. O tal vez el país de la siesta y la sangría es en realidad discretamente feliz, pero melancólico, enrabietado y hasta errabundo y cabizbajo.

Estos escalafones de la felicidad causan mucha felicidad al leerlos y seguramente bastante más a las empresas que lo patrocinan con algún tipo de intención comercial. Ayer fue el Día de la Felicidad y nos dio tanta alegría que no pudimos ni escribir esta columna hasta bien entrado el día. Pero sin rozar la noche, que es cuando se presentan los augurios malos, los temores, las zonas oscuras, los fantasmas e incluso, si te vas a una discoteca, las finlandesas.

Hay que poner finlandeses en nuestra vida, que a lo que se ve son unas castañuelas, si bien cuando hablan, por nuestra torpeza idiomática y cazurrez, nos parece que están enfadados. Enfadados, nosotros, aunque enfado e infelicidad no son exactamente sinónimos. Pero sí estados de ánimo fastidiosos. Hay que sonreir y mejorar en el ránking, aprender a valorar lo que tenemos (sin preguntarse mucho qué tenemos en realidad) y vivir cada día como si fuera el último. Bueno, y sin tontas frases de autoayuda.

Suscríbete para seguir leyendo