Málaga de un vistazo

Buen viaje

Ignacio Hernández

Ignacio Hernández

Tras el paso del segundo invierno más cálido registrado en Málaga desde 1961 -con una temperatura media de 11,7 grados- comienza una primavera en esta capital del Sol donde se augura el establecimiento del reino de la calidez en todo su recorrido. Una estación en la cual partimos hacia un viaje ignoto entre un cruce de vías delineadas por la tensión política, los temblores sísmicos en la banca internacional, la inflación latente, elecciones en mayo… Incertidumbre y contrariedad continúan estampadas en las paredes.

Converso de estaciones y ferrocarriles con un entrañable amigo y rememoramos nuestros éxodos puntuales durante este itinerario vital: la existencia. Le confieso que siempre me magnetizó el tren. Sus chirridos en las noches decembrinas y gélidas de Aragón, lejos de mi epicentro anhelado, cuando los oía transitar desde la distante cercanía; un runrún plasmado en mi memoria que instrumentaba la banda sonora del reencuentro; melodías de trenes las cuales siempre sonaban al Sur, a retorno. Comparto, como muchos, la analogía representada entre la vida y un periplo en una línea ferroviaria. Las estaciones van pasando y en el vagón se alternan tus compañeros de trayecto; unos marchan y otros llegan tejiendo una encrucijada de derroteros, aumentada con el paso del tiempo, sin poder disfrutar de todas las rutas ansiadas. Dos de ellas, en tan sólo una semana, oyen el silbido de partida después de una dilatada espera. La primera, se ciñe a la conexión entre Málaga y el Chorro-Caminito del Rey a través de los trenes de Cercanías (C2), enlazando la ciudad con la asombrosa senda que discurre por el Desfiladero de los Gaitanes; la segunda, 14 años después de su inicio, es la puesta en marcha el próximo lunes, 27 de marzo, de la prolongación de las líneas 1 y 2 del metro hasta el Centro Histórico. Llegó ese tiempo que las luces al final del túnel son los trenes. Buen viaje.

Suscríbete para seguir leyendo