Arte-fastos

Ella y la ola solitaria

'Ella', de María José Paneque.

'Ella', de María José Paneque.

José Manuel Sanjuán

José Manuel Sanjuán

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, celebrado el pasado 8 de marzo, concurrieron en toda España numerosas manifestaciones que confirmaban la fortaleza del movimiento feminista en pos de sus reivindicaciones históricas: la equiparación de la mujer al hombre en todos los ámbitos sociales y laborales, así como el empoderamiento como motor de cambio para construir, entre otras razones, economías fuertes, establecer sociedades más estables y justas, respetar y defender los derechos humanos y la no discriminación o promover la educación, la formación y el desarrollo profesional de las mujeres, según quedó establecido en los siete principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas y ONU Mujeres (2010).

A la par de las marchas previstas, y centrándonos en la provincia de Málaga, acontecieron multitud de actos culturales y actividades paralelas promovidas por entidades públicas y privadas, como conferencias, homenajes, exposiciones, talleres, teatro o veladas musicales, encaminadas a potenciar y visibilizar a la mujer en el ámbito de la creación artística. En un recorrido a vuelapluma recordamos exposiciones de fotografía (Mujeres del mundo, Luis Monje Arenas, sala Pacífico 54; WOMEN, un cambio de siglo, Archivo National Geographic, La Térmica; Las mujeres que llevan el mundo, Lekha Singh, Benalmádena); charlas formativas (La Mujer en la obra de Federico García Lorca, José Luis Plaza Chillón, Asociación de Mujeres Universitarias de Marbella), o muestras colectivas (Mi Mujer Rural Referente, Universidad de Málaga y AFERUM; Mujeres con Arte, Coín).

Pero quiero detenerme en la exposición de pinturas que tiene lugar estos días en la sala del Ayuntamiento de Archidona, donde la artista plástica María José Paneque (nacida en Archidona aunque residente en Málaga) exhibe una veintena de obras de diferente formatos, tanto óleos como dibujos a grafito. Alterna con soltura y eficacia diversos géneros (paisajes, flores, rostros, naturalezas muertas) en composiciones sobrias y equilibradas, donde un dibujo correcto atempera las fluctuaciones cromáticas, densas o fluidas, de imágenes que trascienden lo anecdótico o narrativo. Sin embargo manifiesta una especial sensibilidad en las marinas puras; en concreto la titulada Ella: una ola majestuosa, con la cresta alta y a punto de romper, pero solitaria, como "privada de mar, de horizonte, de cielo"; cuadro que también da nombre a la exposición y que la autora, el día de la inauguración (8M), presentó como trasunto incuestionable de la mujer: fuerte, vitalista, poderosa. Una bella metáfora en correspondencia con una gran efeméride.

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