En corto

Además de la bolsa España nos robaba el partido

Enríquez Negreira, en su época de colegiado.

Enríquez Negreira, en su época de colegiado. / EFE

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Así debió de ser el falaz argumento: si España nos roba, ¿no nos robarán también partidos los árbitros nombrados por un Comité de la Federación española?; cuando la España eterna nos acosa con sus malas artes la razón de estado de un club-que-es-algo-más-que-un-club autoriza a defenderse con todo el armamento disponible, y todo es todo. En el lado español -añado yo- hizo lo mismo la policía patriótica que combatía al separatismo. Es bueno que el Barça tenga prácticamente ganada la Liga española para que, sin temor a que el buen culé se crea que España los persigue, pueda llevarse a cabo sin contemplaciones en el ‘caso Negreira’ una cirugía nada conservadora de los tejidos enfermos que haya en la dirigencia del Club y en otros ámbitos a los que sin duda se extienden. ¿No debería ser el Barça el primer interesado, si quiere ser molt honorable? ¿O tampoco el Barça quiere serlo?

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