La libreta del duque de Chantada

Molestando que es gerundio

El Unicaja logró una victoria con mucho valor, esta semana en Atenas.

El Unicaja logró una victoria con mucho valor, esta semana en Atenas. / UnicajaB/Fotopress

Mel Otero

Mel Otero

Los acontecimientos últimamente en Unicaja pasan muy rápido. Hace un año el equipo perdía en el Carpena ante el Murcia con una canasta de McFadden y se disparaban todas las alarmas. Sólo 10 victorias y mucho más cerca del descenso que del play off. Muchos apuntaban a la dupla López Nieto – Juanma Rodríguez. Algunos se reían incluso de las declaraciones que López Nieto hizo en SER Deportivos cuatro meses después de su toma de posesión como presidente. «Estamos empezando, si nos dan tiempo, en dos años espero que el Unicaja moleste de verdad a los grandes», y además añadía: «No vengo a cerrar un club, vengo a abrirlo. Quiero un título. Vengo a dejarlo un poco mejor de lo que lo cogí. Vengo a aguantar la presión, estoy preparado». En esa misma entrevista hablaba de la dificultad de llenar el Carpena. Hoy podemos decir que se quedó corto y fue bastante pesimista. La cara del equipo y la confianza de los aficionados ha cambiado tanto que ni siquiera esta reciente mini racha de derrotas ha podido con la ilusión de todos.

Es bueno recordar de dónde venimos y también recordar que, si esto fue difícil, lo más difícil viene ahora: Mantener la ilusión, las victorias y los éxitos. El cambio ha sido tan radical que los verdes se han convertido en especialistas en los partidos «matamata». Aquellos donde te juegas algo muy importante y no tienes red. O ganas o el abismo. Este año 6 de 6, alejando los fantasmas de las últimas temporadas donde el equipo se convertía en un flan cuando la presión apretaba. Los 2 de la fase previa de la BCL, los 3 de la fase final de la Copa y este último en Atenas ante el AEK.

El partido de Atenas también sirvió para recordarle a unos pocos, a principios de temporada eran muchos, la importancia de un jugador como Will Thomas. Es un jugador de Euroliga. Un «diesel» que comienza despacio las temporadas para coger velocidad de crucero a partir de diciembre, y estar al 100% cuando se juegan las temporadas. Nunca falla en los momentos importantes y su aportación es enorme en cancha y vestuario. Lo de Atenas fue una «máster class» de cómo estar en los momentos importantes y cómo liderar a un equipo sin hacer 30 puntos ni coger 25 rebotes.

Y así, molestando por orden del presidente, el equipo afronta una fase final de temporada apasionante. El equipo se encuentra a 4 victorias en la BCL de su segundo título de la temporada y, probablemente, a otras 4 en la ACB de asegurar el play off por el título y completar un año a la altura de los más grandes de la historia del club. Todo parece muy cerca, pero todo es muy difícil e Ibon Navarro, su equipo y los jugadores deberán seguir trabajando al más alto nivel, como hasta ahora o incluso más, para alcanzar estos retos. Algo que no ocurrirá porque trabajarán aún más de lo que lo han hecho hasta ahora. Estoy seguro.

Y el domingo visita al Betis. Un equipo con muchos problemas clasificatorios, pero siempre complicado por sus múltiples lazos de jugadores, entrenadores y directivos con Unicaja, además de la rivalidad autonómica. Un equipo capaz de hacer muchos puntos como los 115 que hizo al Breogán hace 3 semanas o los 33 en un cuarto el pasado fin de semana ante Manresa, pero sin consistencia. La resurrección de Tyson Pérez, un grandísimo jugador, y la explosión del joven Jean Montero son sus grandes bazas.

Jean Claudio Montero Berroa alternó el baloncesto y el béisbol toda su juventud en Santo Domingo (República Dominicana). El béisbol es el deporte rey de la isla caribeña, pero Jean jugaba al baloncesto con su primo cerca de su casa usando ruedas viejas de bicicleta como canasta. Se formó en las categorías inferiores del DOSA de Villa Juana desde los 10 años y en octubre de 2019 llegaba al Gran Canaria convertido en uno de los grandes «prospectos» del baloncesto mundial. Compartía año de nacimiento y proyección con el cajista Yannick Nzosa. Con apenas 17 años debutó en la ACB, con 5 puntos en 10 minutos ante el Zaragoza. Después de fracasar en su primer intento de asalto a la NBA ha vuelto a la liga para jugar en el Betis. En su tercer partido con los béticos forzó la primera prórroga y decidió en la segunda en el agónico triunfo de su equipo 114-115 ante el Breogán en Lugo. Jean Montero se convirtió en el tercer jugador más joven en anotar al menos 28 puntos en un partido de la liga, solo superado por Álex Abrines (con la camiseta de Unicaja) y Luis Scola.

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