La necesaria apuesta por la sanidad, aún sin llegar

En los momentos más duros de la pandemia, la Unión Europea dictó recomendaciones para todos los gobiernos de la Europa comunitaria: refuerzo de los servicios de atención primaria, como primer mecanismo para prevenir, detectar y contener futuras pandemias. Finalizada la pandemia, el agradecimiento al conjunto de sanitarios no sólo vino de la mano de millones de personas con su aplauso en los balcones, sino que muchas administraciones públicas han ido reconociendo el compromiso de todo el personal, que con escasos medios al inicio, se enfrentaron a la pandemia arriesgando su salud y la de sus familiares.

Pero ese reconocimiento no ha llegado posteriormente con la mejora de condiciones de trabajo, salariales, adecuación de instalaciones e infraestructuras. Ni tampoco las grandes sumas de dinero inyectadas en el conjunto de todas las administraciones públicas han servido para reforzar los sistemas sanitarios públicos. Todo lo contrario, se ha hecho política e ideología con estas partidas presupuestarias desviando hacia la sanidad privada grandes sumas de dinero, con la excusa de aliviar las listas de espera, provocada por la previa inacción política respecto al refuerzo sanitario público. 

En resumen, en nuestra comunidad andaluza como en otras comunidades gobernadas por el mismo partido, lejos de ser eficientes y eficaces en el gasto sanitario, se despilfarra el dinero entregándolo a manos privadas, cuyo primer objetivo es ganar dinero, mejores sus resultados económicos y como segundo objetivo prestar el servicio contratado

Actualmente, estas empresas privadas dedicadas a la sanidad no reconocen la labor de sus profesionales, sino todo lo contrario. La sociedad observa incrédula, cómo el personal médico que trabajan para las aseguradoras privadas, protestan por la escasa cantidad que les pagan éstas, y los costes que les exigen por el uso de despachos o consultas, en hospitales o clínicas privadas.

Al mismo tiempo, hubo quienes antes presidían plataformas por la sanidad pública, aquellas que no querían ser acompañadas por banderas políticas ni sindicales, y que tras quitarse los “pasamontañas” pudimos descubrir sus verdaderas intenciones: ocultas tras las pancartas de plataformas una filiación política.

Diez minutos por paciente, se reclamaba antes de la pandemia, hoy a diez minutos por pacientes, 35 pacientes diarios, arroja jornadas de 5 horas y 48 minutos ininterrumpidamente. Aún así, el Gobierno andaluz incumple sus promesas con ese colectivo.

Un pacto que incluye el refuerzo de la atención primaria

CCOO Andalucía, junto al resto de organizaciones sociales andaluzas hemos comprometido al Gobierno andaluz a un pacto social y económico por el impulso de Andalucía.

Este acuerdo recoge literalmente: "Concretar un pacto andaluz por la atención primaria de forma que siente las bases para reforzar este nivel asistencial y corregir el desequilibrio tradicional del presupuesto sanitario, sosteniendo un esfuerzo para que al menos el 25% del presupuesto del sistema sanitario público de Andalucía se destine a la atención primaria, garantizando con la normativa pertinente la preservación de la no externalización de la atención primaria salvo en situaciones de emergencia sanitaria sin posible cobertura por los servicios públicos. Asimismo, cualquier infraestructura, medio diagnóstico o dotación sanitaria, que haya sido financiada con fondos públicos, será destinada en exclusividad a la utilización por el sistema sanitario público andaluz".

Este compromiso acordado ya tiene consecuencias inmediatas, como es la modificación, hasta en dos ocasiones, de la orden de 23 de febrero, BOJA del 2 de marzo, que "desarrolla el sistema de presupuestación y tarifación de convenios y conciertos que suscriba el Servicio Andaluz de Salud para la prestación de asistencia sanitaria en centros sanitarios".

Resolver los problemas

Se equivoca el Gobierno andaluz si piensa que con la firma de un acuerdo ya están todos los problemas resueltos, y acertará si se pone "codo con codo" con los representantes legítimos y profesionales del sector sanitario para poner en marcha esos más de 3.370 millones de euros comprometidos para la atención primaria sanitaria, y fija una hoja de ruta que resuelva los más de diez días de espera para una consulta, la presión asistencial que sufre todo el personal del sector socio-sanitario, y el necesario y urgente un aumento de toda esta plantilla junto con una mejora de asistencia a personas enfermas crónicas.

El aumento de las agresiones que sufre el personal socio-sanitario no se resuelve con una "ley de autoridad pública", sino mejorando las condiciones de trabajo de estas personas para que quien acuda a un centro de salud sea atendida en tiempo, con los medios adecuados y con la calidad que merece la ciudadanía andaluza.

Que nadie se llame a engaños, no será la primera vez que desde CCOO firmamos convenios colectivos o acuerdos de concertación con los gobiernos andaluces. Por eso, porque tenemos experiencia, sabemos que al mismo tiempo que firmamos tenemos que exigir celeridad y cumplimiento inmediato de lo acordado. Si la Consejería de Salud no está dispuesta a rectificar y a hacer cumplir el contenido del acuerdo, el presidente del Gobierno Andaluz deberá plantearse el cese de la consejera. 

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