La primavera como principio y fuente de todo

Flor de la Costa del Sol, la «Bombonera». Qué mejor sitio y época del año para que empiece algo. La primavera, como principio y fuente de todo. Con horario y temperatura ya de verano, de tardes largas para caminar por la playa y soltar abrigo. Así debutó la España de De la Fuente. Casi asomando abril. Con La Rosaleda hasta la bandera y nuevos nombres en la pizarra.

Que si más jóvenes para ampliar los registros de Luis Enrique, que si vuelve (al fin) Aspas, que si Joselu debuta con 32 años y dos goles que ya son historia en rojo y gualda. Todo reinicio es injusto analizarlo sin kilómetros recorridos. Porque como en toda contienda la lucha es de dos. Y si Noruega apretó sin el gigante Haaland, hasta meter (mucho) miedo, no es únicamente porque la defensa hispana todavía no termina de encontrar un eje estable (para seguir alimentando la polémica ausencia, ya a perpetuidad, de Sergio Ramos).

Lo único y cierto es que, como diría Don Manuel Pellegrini, el puntaje es el puntaje. Y los tres tantos de este sábado son tres puntos para empezar con buen pie este nuevo periplo internacional del combinado español. Por cierto, el ingeniero que hace justo una década guió al Málaga CF hasta la gloria europea pisaba este domingo el campo de fútbol del conjunto axárquico de Algarrobo. El ahora técnico bético sigue tan aferrado como siempre a su amada Costa del Sol.

Desconocemos si aprovechará el parón de selecciones para seguir esta noche las evoluciones del conjunto malaguista ante el Leganés. Que el imposible de la permanencia sea posible depende en gran medida del resultado de hoy. Queda, definitivamente, ganar o ganar.

Tiempo de Cuaresma y Ramadán, a las puertas de esa primera luna llena primaveral, la de cirios encendidos y pasito corto. Principio para todo, tal vez porque uno nació a estas alturas del año. Hay quien lleva al extremo eso que nos cuentan de que influye y mucho esto de venir al mundo en uno u otro día.

¿Acaso no recuerdan al seleccionador galo Raymond Domenech? Fue mundialmente conocido porque rechazaba incluir en sus convocatorias a todo jugador nacido bajo el signo de Escorpio. A principios de este siglo, menos mal que Toulalan había nacido en septiembre. De ser escorpio no hubiese sido internacional con Francia y, lo mismo, ni acaba siendo pilar del Málaga CF que alcanzó hasta los cuartos de final de Champions.

El próximo Domingo de Resurrección, también principio de todo en la fe cristiana, se cumplirán justo diez años del Calvario de Dortmund. De aquel interminable descuento en el que el equipo de Pellegrini acabó fuera de unas semifinales que ya sentía en el bolsillo. La peor penitencia que se recuerda (de momento) en La Bombonera.

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