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El premio Pulitzer Seymour Hersh contraataca

El periodista señala al presidente Joe Biden como responsable de la voladura de los gasoductos germanorrusos del Báltico

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

El conocido periodista de investigación estadounidense Seymour Hersh, que atribuyó directamente a Washington la voladura de los gasoductos germanorrusos del Báltico, acusa al presidente Joe Biden de tratar de rehuir su responsabilidad personal en lo sucedido.

Según Hersh, que publicó hace unas semanas en la plataforma digital Substack un documentado relato de la supuesta participación de buzos estadounidenses y aviones noruegos en esa acción terrorista contra un país aliado, los gobiernos de Washington y Berlín se inventaron una rocambolesca historia en un intento de desviar la atención de los medios.

Según esa nueva versión, la voladura la llevó a cabo un comando de supuestos agentes ucranianos antirrusos que fletaron en Alemania un barco para llevar a cabo la operación y dejaron incluso huellas los explosivos en una mesa de la embarcación.

Hersh, famoso por haber revelado la masacre de My Lai por el Ejército norteamericano durante la Guerra del Vietnam así como el programa de torturas de la CIA en Irak, critica a los medios estadounidenses y germanos por omitir deliberadamente su relato de lo ocurrido y dar en cambio credibilidad a la versión fantástica de la CIA.

Es muy sospechoso, según Hersh, que el canciller federal alemán, Olaf Scholz, hubiera viajado a Washington sin acompañamiento de ningún miembro de los medios de comunicación y que no se hubiera celebrado tampoco una conferencia de prensa como es habitual cuando se trata de una reunión de alto nivel.

Scholz y Biden estuvieron reunidos durante ochenta minutos y, según contó a Hersh una fuente conocedora de lo que allí hablaron, se acordó encargar a los servicios secretos de ambos países que se inventaran un relato de lo ocurrido que pudiera resultar mínimamente creíble para los medios.

En las tertulias de la televisión alemana en las que se ha abordado últimamente el tema, los periodistas han tenido buen cuidado, como si siguieran una consigna, de no mencionar a Hersh ni siquiera para desmentir su relato. Es como si éste no hubiese publicado nada.

Los portavoces del Gobierno y de la CIA negaron en su momento que EEUU hubiera tenido algo que ver con la voladura, pero, como critica Hersh en un nuevo artículo, a ninguno de los periodistas acreditados en la Casa Blanca se le ocurrió hacer entonces preguntas.

Una fuente de la CIA le explicó a Hersh que el Gobierno no tenía previsto llevar a cabo una investigación para esclarecer definitivamente lo ocurrido, y, según el periodista, está perfectamente claro el porqué.

Según Sarah Miller, experta en temas de energía y redactora de la publicación Energy Intelligence, la voladura de los gasoductos fue la causa de que se dispararan en Europa los precios de ese hidrocarburo.

El atentado se produjo el pasado mes de septiembre, y en octubre los alemanes tuvieron que pagar diez veces más por el gas que antes de la crisis.

El incremento de los precios del gas afectó a toda Europa, y los gobiernos tuvieron que invertir más de 800.000 millones de dinero público para proteger de esa subida a los hogares y las industrias.

Dado que no ha sido éste un invierno demasiado frío, los precios del gas son ahora aproximadamente una cuarta parte de lo que eran en octubre, pero siguen triplicando o cuadruplicando los de antes de la crisis y los vigentes en Estados Unidos, explica Hersh.

Según el periodista, en los últimos meses del año pasado tuvieron que cerrar varias fábricas alemanas y de otros países europeos de fertilizantes y de cristal. Y no se sabe si muchas de ellas volverán a abrir.

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