La señal

Reescribir a James Bond

Vicente Almenara

Vicente Almenara

La verdad es que de las llamas de Francia, incendiada por las pensiones, podemos aprender mucho aquí en España. No todo va a ser Astérix y Obélix. Sobre todo, de lo que son capaces algunos drogatas del poder. Esto solo lo puede hacer la izquierda con la ayuda de los Black Block, que aquí también tenemos los nuestros con nombres y apellidos. La derecha se abstiene del asfalto por prescripción médica, si no que se lo pregunten a Feijóo. O a Paco de la Torre, que no se atreve a desalojar la Invisible y restituir la propiedad municipal, total, está cantado que gana las municipales. Allí, en la France, los fans del terror atacan las oficinas de los diputados o incendian el Ayuntamiento de Burdeos, y tampoco pasa nada, aquí tuvimos los escraches -ahora no se pueden hacer porque gobiernan los que los hacían, y eso sería copiar- y la violencia contra quien ose dar una charla en Ciencias Políticas de la Complutense, y no solo. La libertad de expresión es según y cómo, sino esto sería la repanocha.

Hablando de okupas y otros ilegales, una idea para una novela antes que la escriba Michel Houllebecq: a una señora de Madrid le ocupan su piso con 85 años y tiran sus enseres, pero su hija no le dice nada a la madre por miedo a que muera en el acto. ¿Vale la pena ser violento?, esa es siempre la pregunta, que se la hagan a Otegui, que ya ha conseguido que traigan a casa por Navidad a los pistoleros.

Después están las ganas de viajar, por eso Rodríguez Zapatero y Garzón -el de las cartitas al entonces presi del Banco Santander, no el del chuletón- vuelan a Buenos Aires y arropan a la Kirchner tras su condena por corrupción, para que no esté sola la mujer, como las viudas víctimas de ETA, un poner.

Pero ya se sabe, algunos van haciendo lo que pueden para reescribir los libros ya escritos y purificarlos de impurezas, ahora le toca a James Bond, con gran cabreo de Ian Fleming… Otro ejemplo, el del cocreador de ‘Rick y Morty’, Justin Roiland. Resulta que se publicaron unas acusaciones de violencia doméstica contra él, y lo echaron de la productora, le hicieron dimitir de Squanch Games, se le insulta… pero Roiland ha informado en Twitter que los cargos han sido desestimados. ¿Y qué hacemos con los que publican sus acusaciones como si fueran sentencias de muerte? Yo les hacía pagar sumas elevadísimas para disuadir a estos aprendices de inquisidores. Y es que, solo en EEUU, 2.571 títulos fueron objeto de censura el pasado año, un 38 por ciento más que en 2021. Y las llamas siguen avanzando, al otro lado del Atlántico y en este.

Y está la cúpula de Vox Málaga, que no respetó los resultados electorales internos y tiene bajo estado de excepción el partido, pero con toda normalidad, como si no pasara nada. La mitad de las provincias están intervenidas con estas gestoras a dedo. Singular manera de entender la democracia. Yo quería hablar de esto y mucho más con Antonio Alcázar, el candidato a la alcaldía, pero es misión imposible. Me dicen quienes están cerca que solo quiere cabezazos de adhesión y que le suba la autoestima, veremos cómo celebra la noche del 28M, porque ahí sí se conoce a las personas.

Y me canso de reclamar a Correos Express, que me ha perdido dos libros, y ni me indemnizan, ni piden disculpas…, y es que al frente está Juan Manuel Serrano, ex jefe de Gabinete de la Ejecutiva Federal del PSOE. Es lo que le digo en Mar de Verum a los comensales, estamos en una era posdemocrática. Después hablamos, como diría De Prada, del cine de caspa y ensayo, de lady Paro, de que el matrimonio es la solución a unos problemas que no se tenían cuando se estaba soltero… y, frente a unas cocochas de bacalao, de ‘El veneno de las flores’, de Michaux, a propósito de algunas oenegés/osíges. Y es que no es un secreto que las flores más bellas suelen ser las más letales, la razón es que su veneno está oculto tras un velo de colores y perfumes. Como ahí fuera. Antonio Machado lo dijo a su manera:

Dice la esperanza: Un día

la verás, si bien esperas.

Dice la desesperanza:

Sólo tu amargura es ella.

Late, corazón... No todo

se lo ha tragado la tierra.

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