La Vida ModernaMerma

El candidato desprecio

Es aterrador que una formación política presente un candidato tan pobre a la alcaldía de Málaga

Teresa Rodríguez, junto al candidato de Adelante Andalucía en Málaga, Luis Rodrigo Serrano

Teresa Rodríguez, junto al candidato de Adelante Andalucía en Málaga, Luis Rodrigo Serrano / Gonzalo León

Gonzalo León

Gonzalo León

Con la llegada de las elecciones municipales la ciudad rezuma algarabía. Las obrillas aceleran su ritmo y hay vallas y hormigoneras por todas las esquinas. Un asfaltado que va, un enfoscado que viene y los de los viveros dando palmas con las orejas ante tal fantasía de pedidos de macetas, arbolillos y palmeras que se instalan para colmar la ciudad de vegetales no comestibles.

A ello se suma el nerviosismo. Se saluda con mayor amabilidad. Hay más whatsapps que van y vienen. Oye qué tal te va. A ver si nos vemos y hablamos. Y es que, para muchos de ellos, lo que está en juego no es solamente el porvenir de la ciudad sino su propio sustento. El pan de cada día. El pan de sus próximos días. Y es normal que las cosas preocupen.

La cuestión es que, como todos hemos vivido y padecido durante los últimos años, vino para quedarse -al menos unos años- el gigante destructor del bipartidismo para crear grupúsculos de opinión a modo de corrientes, mareas y movimientos varios que iban a traer libertad. A despertar al ciudadano del letargo. A renovar. Y ni han traído, ni nos han despertado ni han renovado lo más mínimo.

Si acaso ellos han sido los que se han actualizado y unidos al vagón de los mortales que no se quejan por serlo.

A izquierda y derecha nacían dos grandes grupos que, como es natural, se acabarían desmoronando con peleas internas. Y de una de esas guerras nacía Adelante Andalucía. Una escisión de la escisión de la escisión como submarca de Podemos que ahora reniega y tal pero que fundamentalmente es lo mismo.

Lo llamativo es que un partido con marcado acento andaluz por parte de su gran representante, Teresa Rodríguez, comparezca ante los presentes en las municipales de Málaga con un candidato tan limitado.

He de reconocer que Rodríguez y su partido transmiten una frescura -aunque sea aparente- que conforme te adentras un poco evidencias que se trata de una estructura prácticamente unipersonal. Es ella. Teresa. Y poco más. Pero lo más aterrador es que una organización política desprecie a Málaga aportando un candidato tan pobre.

Y eso te lleva a pensar en que el desconocimiento, desprecio e ignorancia hacia nuestra ciudad resulta del todo llamativo.

Las elecciones municipales si algo tienen es la fuerza del personalismo frente a la representatividad propia que trasladan los partidos y sus estructuras. Votas al pepé o al pesoe. Pero siempre y cuando haya una persona potente delante.

¿Verdaderamente alguien en su sano juicio considera que ese muchacho que presenta Adelante Andalucía como futuro alcalde de Málaga tiene el más mínimo criterio para ejercer como tal? ¿De verdad es creíble y deja en buen lugar a un partido que considera que una de las capitales más importantes de Europa puede tener al frente a un chaval que pone pegamento en cacharritos de guardar llaves de turistas?

¿Por dónde debemos guiar nuestro desencanto con esta elección? ¿Por la torpeza o por el desprecio?

A lo mejor Teresa es andaluza, muy andaluces y mucho andaluces -como Rajoy- pero se queda en un rincón occidental pues, de lo contrario, estaríamos ante un verdadero ridículo. Y más aún cuando ves al candidato de Cádiz o la candidata de Sevilla que te hacen pensar si es que no había nadie más por aquí con ganas a ser candidato y han cogido al primero que pasaba por allí.

La izquierda vive de utopías. Y es bueno abordarlas porque dejan buen sabor de boca ante un sistema a veces tan difícil y viciado. Pero para manejar estas teorías tan complejas es menester que, al menos, sea alguien con papeles quien te las cuente y venda.

Nuestra ciudad ha tenido políticos de izquierda sobresalientes. Muy buenos. Y ahora nos encontramos con candidatos como este joven que deja el camino libre a los dos grandes partidos pues la oposición que puede ofrecer tiene la misma fuerza que un Paracetamol de 90 miligramos.

Allá cada uno con sus cosas. Pero resulta evidente que donde no hay mata no hay patata. Y Adelante Andalucía en Málaga para las municipales no tiene ni patata, ni mata ni siquiera un trozo de tierra.

Quizá tras estas municipales volvamos a los orígenes. A una política de dos grandes estructuras con solvencia demostrable para gobernar y sin inventos varios que no es que traigan nada malo o bueno. Es que directamente no traen nada. Salvo un poquillo de vergüenza ajena.

A lo mejor no somos tan importantes como dicen. Quizá no exista ese potencial de capital europea. Pero no creo que Málaga merezca candidatos así.

Si me presentaran a las olimpiadas como deportista ideal para optar a ganar medallas en atletismo os estarían engañando. Y a mí también.

Si un partido presenta a una persona como el de Adelante Andalucía a candidato a la alcaldía de Málaga nos están engañando. Y a él también. Y es que da la sensación de que su candidato no se llama Luis sino Desprecio.

Después dirán que no sacan votos por el sistema capitalista y el fallo electoral. Porque tú llevas deshecho de tienta no. Es por culpa de los demás. Aro aro aro.

Viva Málaga.