Málaga de un vistazo

A un día

Debate de los candidatos a las elecciones municipales en Málaga 28M.

Debate de los candidatos a las elecciones municipales en Málaga 28M. / Álex Zea

Angelines de Lorenzo

Angelines de Lorenzo

Mañana sabremos quiénes gobernarán los ayuntamientos. Se podría decir que el resultado de las elecciones municipales, al menos en Málaga, se elucubra mejor que el de las generales. Los partidos, actualmente, parecen oportunistas financieros y quienes tengan mejores gestores profesionales serán los que garanticen un horizonte más próspero. Se apela continuamente a la ideología, pero nuestro marco constitucional y europeo ya tienen este campo bastante acotado. Así, promulgarán leyes que faciliten la tarea por encima de ideologías, aunque muchos políticos disfrazan sus acciones y gestiones de aquellas, pero realmente funcionan como el ‘flautista de Hamelin’, emiten palabras cual música embaucadora para sus prosélitos votantes y, también, como en la antigua Roma, ofrecen ‘pan y circo’ para lograr sus pretensiones reales. No transmitir seriedad, respeto y orgullo por la democracia, principalmente su conocimiento y aprecio frente a otros regímenes, ya vemos que hasta puede llegar a mercantilizarla (venta de votos). Todo partido quiere gobernar en solitario para no encontrar trabas al hacer y deshacer, ni realizar pactos. En principio, pareciera mejor tener mayorías absolutas, si bien éstas pueden perjudicarnos, porque la contención ante determinadas decisiones, sin consulta popular ni debate político, sería inviable. Por otra parte, endiosa al político, imbuido en supuesta excelencia, sin pensar que pueden ser elegidos porque los contrincantes no dan la talla y, ante la imperante mediocridad, optas por lo menos lesivo. Si proyectos de impacto pudieran ofertarse con debate objetivo y participación ciudadana en los programas, facilitaría las opciones de cualquier votante, pero hacer un trasplante de órganos o lograr la computación cuántica, es más sencillo que hacer consultas populares para grandes decisiones, tanto como que los votantes dejen de votar lo mismo hagan bien o mal los partidos votados. Cabezas cerriles, pueblos serviles.