En corto

El de la política suele ser arte efímero

Pedro de Silva

Pedro de Silva

Aunque la reacción de Sánchez sea de libro si ese libro se llama dignidad democrática, con él siempre hay algo más. Una vez que ha triunfado el ‘plebiscito’ destinado a ser su hoguera (su análisis para otro día), Sánchez, tras asumirlo e incinerar la legislatura aventando sus miasmas, lo aprovecha para echarse a un lado y tratar de resurgir cara a la siguiente. El carácter súbito, deteniendo la escena y paralizando a cuantos están en ella (como el salto de una pantera), es su firma, pero sus movimientos políticos hay que verlos siempre como multipropósito. El efecto se proyectaría tanto hacia dentro de casa (el PSOE) como hacia fuera: corta cualquier posible operación de barones y vieja guardia, hace prácticamente inevitable ser el candidato y obliga al partido a reagruparse alrededor, a la vez que frena los movimientos de dispersión de sus aliados. Arte, sí, pero ¿arte efímero?

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